Sociedad -
VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES
Jenni Hermoso niega que diera permiso a Luis Rubiales y asegura que le "faltó al respeto"
"Sentí que estaba fuera de contexto totalmente. Sabía que me estaba besando mi jefe y eso no debe de ocurrir en ningún ámbito laboral o social", ha relatado Hermoso en su declaración en el primer día del juicio. La Fiscalía y la acusación piden una pena de dos años y medio de cárcel para Rubiales.
agencias | eitb media
Euskaraz irakurri: Jenni Hermosok ukatu egin du Luis Rubialesi musu emateko baimena eman izana
La futbolista Jenni Hermoso ha negado este lunes que diera permiso al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales para besarle en la boca y que este le "faltó al respeto" en la celebración del título de España en el Mundial de fútbol de 2023. "Sentí que estaba fuera de contexto totalmente. Sabía que me estaba besando mi jefe y eso no debe de ocurrir en ningún ámbito laboral o social", ha relatado en su declaración en el juicio.
A preguntas de la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, Hermoso ha asegurado que Rubiales manchó "uno de los días más felices" de su vida. "Y para mí es muy importante decir que en ningún momento busqué ese acto y ni mucho menos me lo esperé, porque a mi persona creo que se le faltó al respeto", ha incidido.
Hermoso ha relatado detalladamente cómo ocurrió el momento del beso no consentido el 20 de agosto de 2023, durante la entrega de medallas tras la victoria de la selección femenina de fútbol en el Mundial.
"Tocaba el pasillo de saludar a las autoridades. Saludé a la Reina, a la hija, y lo siguiente fue encontrarme con Luis Rubiales. Nos abrazamos, le dije 'la que hemos liado' y fue cuando él pegó el brinco y me dijo 'hemos ganado este Mundial gracias a ti'. Lo siguiente fueron sus manos en mis orejas y lo siguiente el beso", ha afirmado.
En ningún momento —ha reiterado— escuchó a Rubiales preguntarle si podía darle "un piquito" o "un besito", como él asegura, pero si lo hubiese oído tampoco habría consentido. "No lo aprobé", ha dicho tajantemente.
Ha explicado que para ella era "súper importante" celebrar ese triunfo: "Mi actitud de cómo esté no quita cómo me siento, no tengo que estar llorando en mi habitación ni tirarme en el suelo durante el acto".
La víctima ha sostenido que "desde el primer momento" tuvo intención de denunciar estos hechos y habló de ello con sus abogados antes de personarse en la Fiscalía, aunque ha lamentado las consecuencias que le trajo haberlo denunciado como que no fuera convocada posteriormente a la selección o el tener que marcharse de Madrid tras recibir amenazas de muerte.
Presiones y desprotección por parte de la Federación
Tras relatar el episodio del beso, Jenni Hermoso ha pormenorizado las presiones que sufrió desde que accedió al vestuario tras el partido, en el avión de vuelta a España y durante el viaje a Ibiza del que disfrutaron algunas jugadoras.
"Incontables veces" le pidieron hacer un comunicado o un vídeo con Rubiales tratando de justificar su comportamiento, incluido el propio expresidente, que en la escala en Doha se lo solicitó por sus "hijas" e incluso le llegó a decir algo que ha confesado la jugadora que le dolió: "A ti y a mi nos gusta lo mismo".
Tras intentarlo Rubiales, según Jenni Hermoso, su entonces entrenador, Jorge Vilda, intentó convencerla a ella e incluso a su hermano, y ya en Ibiza, lo hicieron Rubén Rivera y Albert Luque. El directivo de la RFEF le reprochó no haberle ayudado a "quitarle el mayor marrón de su vida". Fue entonces cuando, presuntamente, el le envió una serie de mensajes deseándole lo peor y tachándola de mala persona.
Fueron, ha dicho "bastante insistentes" para tratar de convencerla, pero lo que no recibió de la RFEF, según ha denunciado, es ningún gesto para saber qué tal estaba o qué necesitaba: "Nadie es nadie (...) Me sentí desprotegidísima por parte de la RFEF, tenía que ser mi lugar seguro".
Primer día de juicio en la Audiencia Nacional
El juicio contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales ha arrancado este lunes pasadas las 10:00 horas en la Audiencia Nacional, una vista oral en el que se enfrenta a una petición por parte de Fiscalía de 2 años y 6 meses de cárcel por el beso no consentido y las presuntas coacciones posteriores a la jugadora de la selección femenina Jennifer Hermoso.
Rubiales ha llegado en taxi sobre las 09:10 horas acompañado de su abogada, Olga Tubau. Hermoso, por su parte, ha llegado en un vehículo particular acompañada de su letrado y también de su representante cerca de las 09:25 horas. Ninguno de ellos ha dado declaraciones a la prensa.
También se sentarán en el banquillo de los acusados el exdirector de la selección española Albert Luque, el exseleccionador femenino Jorge Vilda y el exresponsable de Marketing de la Federación Rubén Rivera, para los que el Ministerio Público pide una condena de 1 año y 6 meses de cárcel por un delito de coacciones.
Se tratan de las mismas peticiones de condena que plantean en sus escritos de acusación tanto la representación de Jenni Hermoso como la de la acusación que ejerce la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). Hermoso, además, pide que se prohíba a Rubiales acercarse a ella o mantenerse en sus proximidades en un radio de 500 metros durante cuatro 4 años.
La vista oral, según el calendario de la misma, ha arrancado con las cuestiones previas y el magistrado José Manuel Fernández-Prieto las ha rechazado todas: tanto la petición de Rubiales de incorporar las imágenes del túnel de vestuarios del día de la final de Mundial como la dispensa a acudir al juicio solicitada por la defensa de Luque. Hoy, lunes, está previsto que declaren tres testigos: la propia Hermoso, la que fuera directora de fútbol femenino en el momento de los hechos, Ana Álvarez, y la entonces jefa de prensa de la Selección femenina, Patricia Pérez.