Sociedad -
Aniversario
40 años del accidente aéreo del monte Oiz, la tragedia que marcó a toda una generación
El martes de carnaval de 1985 fue sacudido por la peor catástrofe aérea de la historia de Euskadi, con 148 fallecidos.
EITB Media
Euskaraz irakurri: Oiz mendiko hegazkin istripuak 40 urte, belaunaldi oso bat markatu zuen ezbeharra
Este miércoles, 19 de febrero, se cumplen 40 años del accidente de avión del monte Oiz, el más grave sucedido en la historia de Euskadi con 148 fallecidos y sin supervivientes, una tragedia que traumatizó a toda una generación en Bizkaia.
El martes de carnaval de 1985, un Boeing 727 de Iberia procedente de Madrid, el "El Alhambra de Granada", comunicó al Aeropuerto de Bilbao que iniciaba la maniobra de aproximación y a las 08:22 horas se registró la última comunicación entre la torre de control y la aeronave.
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Documental íntegro en Primeran: "Niebla sobre el monte Oiz"
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Instantes después la parte izquierda del morro del avión impactó contra una antena de ETB, situada en una cota de 1.000 metros. Se desprendió el ala izquierda y "ya sin posibilidad de control", el avión se estrelló en el monte.
"Posteriormente, tras los sucesivos impactos en la zona de la ladera noroeste del monte Oiz, cubierta de pinos, se produjo la destrucción total de la aeronave", que terminó en una vaguada, describe el informe de la Comisión de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (CIAIAC).
Esa investigación concluyó que un error de la tripulación en la lectura del altímetro y una incorrecta interpretación de los avisos hicieron que el avión volara por debajo de la altitud de seguridad y chocara con la antena, que no aparecía en la carta aeronáutica.
Además, la mañana del siniestro había mala visibilidad en Sondika por bruma y nubosidad de tipo bajo.
En el monte Oiz fallecieron las 141 personas del pasaje y las 7 de la tripulación. No hubo posibilidad de supervivencia y solo un cadáver quedó íntegro: el cuerpo de un hombre difunto de Getxo que estaba siendo transportado en un ataúd en la bodega.
El entonces consejero vasco de Interior, Luis María Retolaza, y el delegado del Gobierno de España en Euskadi, Ramón Jáuregui, improvisaron una mesa de coordinación en la zona con efectivos de la Guardia Civil y una incipiente Ertzaintza, además de bomberos, Cruz Roja y DYA, y se organizó la recogida de los cadáveres desmembrados y diseminados en dos kilómetros a la redonda.
"Fue como entrar en una carnicería"
Iñaki Rementeria, trabajador de ETB cuando sucedió la tragedia, acudió al monte Oiz aquella mañana porque "nos llamaron de Redacción y nos dijeron que en la antena había habido algún problema y que había dejado de transmitir".
Cuando llegó al lugar se chocó de bruces con una pesadilla: "fue como entrar en una carnicería, con todos los cuerpos colgando de los pinos; miembros desechos, cabezas, manos, brazos…".
Las duras imágenes de aquella tragedia marcaron y traumatizaron a toda una generación. De hecho, fotografías explícitas de cadáveres, con primeros planos de cuerpos desmembrados, fueron difundidas por algunos medios de comunicación que ahondaron en el aspecto más sensacionalista de la catástrofe.
Muchos curiosos subieron al Oiz el mismo día del accidente, y también en los posteriores, atraídos por el morbo y las oportunidades de pillaje.
En 1985 viajar en avión era caro y habitual solo entre gente importante y empresarios, y en ese fatídico vuelo murieron personalidades como el exministro de Franco Gregorio López Bravo; el ministro de Trabajo de Bolivia, Gonzalo Guzmán; y el directivo de Vidrieras de Llodio Isidoro Delclaux.
Renunciaron a última hora a tomar ese vuelo Francisco Fernández Ordóñez, entonces presidente del Banco Exterior de España y posterior ministro, y el diputado del PNV Marcos Vizcaya.
40 años después, familiares de las víctimas del accidente reclaman aún que su memoria no caiga en el olvido.