Sociedad -

Errenteria

Seis años de cárcel por apalear a un monitor del centro de menores

El acusado deberá indemnizar a la víctima con 44.637 euros y al centro con 5.052 euros por los daños causados.

Redacción

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La Audiencia Provincial de Gipuzkoa ha condenado a seis años de prisión a uno de los seis jóvenes que amenazaron y apalearon a un monitor del centro de menores de Errenteria en 2009. El joven deberá indemnizar a la víctima con 44.637 euros y abonar al centro 5.052 euros por los daños causados.

La agresión se registró el 1 de noviembre de 2009 cuando el monitor acudió al centro de protección de menores de Mendiska para trabajar durante el turno de noche. El centro acogía a menores tutelados por la Diputación Foral de Gipuzkoa, si bien dos de los residentes, uno de ellos el acusado, eran mayores de edad al no haberse acordado el cese de su acogimiento.

A los pocos minutos de iniciar su turno, el monitor se percató de que seis de los residentes estaban inhalando disolventes con calcetines en la boca. Tras recriminarles retornó a la oficina y avisó a la coordinadora de que los internos estaban revueltos.

El monitor fue rodeado entonces por los jóvenes, que sacaron dos cuchillos y dos navajas y empezaron a golpearle y a escupirle. Bajo amenazas de muerte le pidieron que abriera la caja fuerte, pero al no tener las llaves, la reventaron golpes y se llevaron 2.000 euros que había en el interior.

Después le arrebataron todos los efectos personales y empezaron a destrozar con gran agresividad el mobiliario y los enseres del centro en busca de más dinero y efectos de valor. Los jóvenes arrebataron al monitor las llaves del coche y le exigieron que les llevaba a un cajero de Donostia-San Sebastián. "Le bajamos a Donostia, le quitamos el dinero con las tarjetas y le rajamos", señalaron.

No obstante, la pretensión tuvo que ser abortada ya que los menores habían reventado los mandos de la puerta de acceso al recinto.

Cuando la coordinadora llamó al monitor para interesarse por la situación, uno de los menores contestó el teléfono, por lo que alertó a la Ertzaintza de que algo sumamente grave había ocurrido. Hasta el lugar se desplazaron agentes de la Ertzaintza y los jóvenes, al verse sorprendidos se dieron a la fuga por el monte.

Todos ellos fueron detenidos durante la madrugada, a excepción delacusado, que se personó en el centro la mañana siguiente.

El monitor tuvo que ser atendido y dado los miedos que padece no ha vuelto a trabajar como educador, habiendo sufrido además una crisis matrimonial que ha conducido a su separación.

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