Sociedad -
PEDERASTIA
El Vaticano ordena la expulsión del Opus Dei del profesor del colegio Gaztelueta condenado por pederastia
"Los hechos probados, cometidos contra un menor de edad e imputables al acusado, constituyen una causa grave que justifican la expulsión de la Prelatura", recoge la sentencia canónica. Es la única decisión que ha adoptado la Santa Sede, que no comtempla medida alguna contra la institución.
EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: Vatikanoak Opus Dei erakundetik kanporatu du pederastiagatik zigortutako Gaztelueta ikastetxeko irakaslea
El profesor del centro educativo Gaztelueta (Leioa) condenado por un delito continuado de abusos sexuales a un menor será expulsado de la institución de la Iglesia Católica Opus Dei. Así lo ha decidido el tribunal canónico del Vaticano que ha investigado el caso en una resolución de 14 páginas, en las que se reconoce que "queda probada la credibilidad" de la víctima.
Según la sentencia, firmada por el Obispo de Teruel, José Antonio Satué, "los hechos probados, cometidos contra un menor de edad e imputables al acusado constituyen una causa grave que justifica la expulsión de la Prelatura". Pese a que en la investigación se constata que ni el Opus Dei ni el acusado colaboraron en el proceso para esclarecer los abusos, la Santa Sede no contempla ninguna iniciativa contra la institución. Tampoco se establece ningún tipo de indemnización para la víctima.
El tribunal canónico da por probado que el menor sufrió "tocamientos en diversas partes del cuerpo, incluidas en sus partes íntimas", pero añade que "no se prueban los hechos narrados con posterioridad, referidos a masturbación y penetración".
Para la familia de la víctima la sentencia canónica es "insuficiente" y lo que hace es "revictimizar".
La Audiencia de Bizkaia condenó en 2018 al profesor a 11 años de prisión, al considerar probado que durante dos cursos ( 2008-2009 y 2009-2010) citaba al niño en su despacho para celebrar preceptorías, habituales en ese centro para analizar la evolución académica, personal y espiritual del alumnado, y que durante ellas abusaba sexualmente del menor, a cuyo relato otorgó total credibilidad.
Posteriormente, en 2020, el Tribunal Supremo confirmó la condena por abusos sexuales continuados al menor y por coacciones, si bien rebajó la pena hasta dos años, el límite legal establecido para no entrar en prisión, al no considerar probados algunos de episodios relatados por la víctima.
En 2022, tras reunirse con la víctima, el papa Francisco ordenó reabrir el caso Gaztelueta y nombró un tribunal canónico.