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Memoria
Euskadi rinde homenaje a los 253 vascos y vascas deportadas a los campos nazis
El acto organizado por el Gobierno Vasco a través del Instituto Gogora en Irun, ha reconocido no solo el sufrimiento de quienes fueron víctimas directas del horror nazi, sino también el esfuerzo de sus familias, de historiadores y asociaciones, que han mantenido viva su memoria.
EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: Eusko Jaurlaritzak omenaldia egin die kontzentrazio-esparruetara deportatutako 253 euskal herritarrei
Euskadi ha dado un paso histórico en el reconocimiento de las víctimas del nazismo: por primera vez, las instituciones vascas han realizado un homenaje conjunto a las 253 personas vascas que fueron deportadas a los campos de concentración nazis entre 1940 y 1945. Una deuda de memoria, justicia y reparación pendiente que, tras décadas de olvido, comienza a saldarse.
El acto organizado por el Gobierno Vasco a través del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos Gogora en Ficoba, Irun, ha reconocido no solo el sufrimiento de quienes fueron víctimas directas del horror nazi, sino también el esfuerzo constante de sus familias, de historiadores y asociaciones, que han mantenido viva su memoria frente al olvido institucional.
Las cifras estremecen: 253 deportados y deportadas, de las cuales 113 personas fallecieron en los campos. Otras muchas murieron poco después, como consecuencia directa de las condiciones inhumanas padecidas: hacinamiento, trabajos forzados, torturas, hambre y frío extremo. Mauthausen-Gusen fue el campo que más vascos y vascas acogió, clasificado por el régimen nazi como "campo de castigo para enemigos políticos 'especialmente peligrosos'". Entre ellos, socialistas, anarquistas, republicanos y nacionalistas vascos.
En su intervención, el lehendakari Imanol Pradales ha recordado el periplo de muchas de estas personas, que fue un auténtico calvario: luchar contra el franquismo, exiliarse a Francia, ser internados en campos franceses, unirse a la resistencia contra el nazismo y acabar en manos de los nazis. "Los nazis intentaron arrebatarles la dignidad, y los aliados les robaron la esperanza. Hoy, estamos aquí para para recordar y honrar su memoria. Estamos aquí para defender lo que la mayoría de ellas y ellos no pudo conocer: la Euskadi democrática por la que dieron sus vidas".
Asimismo, Pradales ha pedido perdón "por el tiempo transcurrido" sin haber reconocido públicamente a estas víctimas, y ha hecho hincapié en la importancia de no banalizar el pasado ni las formas actuales de extremismo, populismo o autoritarismo: "Tenemos que poner pie en pared ante los discursos que reviven los autoritarismos de siempre".
Ha recordado la advertencia de Hannah Arendt sobre la "banalidad del mal" y ha llamado a la responsabilidad histórica de cada generación: defender los valores que aquellos hombres y mujeres defendieron con su vida —libertad, democracia, derechos humanos y paz— frente al totalitarismo.
Por su parte, la consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, ha recordado a las víctimas de la deportación, "miles de apátridas a quienes el odio revanchista del régimen franquista les había negado la nacionalidad vasca y española. Encerrados entre alambres de espino, privados de lo más básico, del derecho a tener derechos, como diría Hannah Arendt". También ha señalado su doble victimización, por el injusto silencio y olvido que ha rodeado la vida de 253 personas y sus familias.
En el contexto del 80 aniversario de la liberación de los campos de concentración del nazismo Gogora ha organizado este acto en recuerdo de las víctimas de la deportación. Un gesto institucional demandado por las familias de estas víctimas y el movimiento asociativo que trabaja en la recuperación de la memoria de este hecho que afectó a 253 personas en la CAV y Navarra, entre 1940 y 1945. Todos sus nombres, se han podido ver en un vídeo emitido al final del acto a modo de homenaje y recuerdo.
El acto ha comenzado con la proyección de una pieza audiovisual en el que se han expuesto las principales claves para entender la deportación, su dimensión, y también el contexto que propició que este hecho se silenciara y no sea especialmente conocido en la sociedad vasca, tal y como lo es en el resto de Europa, por ejemplo.
Asimismo, han participado dos familiares de deportados, hija e hijo, quienes han contribuido a conocer, partiendo de dos casos individuales, las situaciones a las que han tenido que hacer frente las familias de deportados. Maitena Salinas, presentadora del acto, ha acompañado a Eugenio Azurza, y a su hija Asun Azurza, y a Lola Madariaga a contar su vivencia personal.
Cifras de la deportación vasca
La cifra deportados vascos alcanza el número de los 253. De ellos 113 murieron, 125 se salvaron y se desconoce lo que les pudo suceder a los otros 15. Esto es, hubo casi tantos muertos (47 %) como supervivientes (53 %). Además, resulta muy llamativa la cifra de muertos del campo Mauthausen, donde exterminaron a dos terceras partes (65 %) de todos los vascos que murieron en la deportación.
Estas cifras incluyen a toda aquella persona que hubiera nacido en el País Vasco, que hubiera residido en el País Vasco o que hubiera recibido el amparo del Gobierno Vasco en virtud de sus derechos de ciudadanía y que, a su vez, hubiera sido deportado a cualquier campo o cárcel en el conjunto de la Europa ocupada por el Tercer Reich.