Incautadas 54 piezas de marfil de elefante en Bizkaia que se vendían de forma irregular en portales web

La Guardia Civil ha intervenido en Bizkaia 54 piezas de marfil de elefante que estaban siendo comercializadas de forma irregular en portales de Internet gestionados por una empresa, según ha informado el Ministerio del Interior en una nota.

En la operación "RibTool" ha sido investigada una persona residente en Bizkaia por los delitos contra la flora y fauna y una infracción a la Ley de Contrabando. También se han localizado 68 esculturas con marfil que se vendían online desde la empresa investigada, con sede en Bizkaia. 

La investigación ha concluido que dicha empresa investigada ofertaba estos artículos sin contar con los certificados CITES válidos para su comercialización.

Entre las piezas intervenidas destacan bastones con empuñaduras de marfil talladas en forma de animales como águilas y galgos, esculturas de emperadores y geishas, figuras representativas de la cultura japonesa como okimonos, abanicos ornamentados, jarrones decorativos, cajas antiguas y colmillos de elefante con y sin peana. Asimismo, se localizaron esculturas criselefantinas con incrustaciones de marfil, cuadros con crucifijos, muebles antiguos como escritorios, vitrinas y biombos, además de varias figuras de caballos y dragones tallados también en marfil. 

La investigación se inició cuando agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) detectaron la comercialización irregular de piezas de marfil en portales web especializados donde se localizaron cerca de 40 anuncios de venta de figuras de esta materia. Como resultado, se identificó a un usuario residente en Bizkaia que ofertaba estos artículos y que está siendo investigado por el Juzgado de Instrucción número 6 de Bizkaia.

El comercio de marfil de elefante, tanto en bruto como elaborado, está prohibido con carácter general en el marco de la Unión Europea. Su compra, venta, transporte y posesión con fines comerciales requieren un certificado CITES UE, expedido por la Autoridad Administrativa CITES Nacional. Sin esta autorización, su comercialización constituye un delito de tráfico de especies protegidas y, en caso de que el valor de las piezas supere los 50 000 euros, podría suponer una infracción penal por contrabando.