Radio Euskadi
"La Noche Despierta"
Incautos Vs. Timadores
I.C.
eitb.com
En tiempos de crisis parados, inmigrantes y personas de avanzada edad se han convertido en el principal objetivo de los timadores. Aumentan, además, los robos con violencia.
Timadores y estafadores hacen suyo el refrán que dice: "A río revuelto, ganancia de pescadores".
En tiempos de crisis hay colectivos que se vuelven especialmente vulnerables ante los profesionales del engaño. Para poner en práctica el timo de los billetes tintados o wash-wash eligen, por lo general, "a un empresario, una persona con algún negocio o que necesita vender un bien". El clásico de la estampita "afecta en un 90% de los casos a personas mayores", igual que la visita de falsos técnicos de compañías de gas o luz. El tocomocho capta a "personas ingenuas, a las que vence la avaricia" y las falsas ofertas de trabajo a parados e inmigrantes.
A los timos clásicos, que se reinventan, se unen otros más frescos como "el saca tuercas". "Un señor, presuntamente enviado por el administrador de una finca, entra en una tienda donde generalmente hay un solo dependiente y espera a que esté ocupado para explicarle que el administrador le ha dicho que tiene pérdidas de agua en el contador y que necesita verlo para atajar la avería". Lo que hace no es arreglar "sino soltar las tuercas" para provocar la pérdida de agua. La broma puede salirnos por unos 120 o 140 euros que no recuperaremos.
"No hay ninguna comisaría vasca que esté libre de denuncias por estafa", reconocen desde la Jefatura Territorial de la Ertzaintza en Bizkaia, y eso pese a que "no conocemos la cuantía eral de los hechos que están ocurriendo". La vergüenza sigue siendo un enemigo a batir cuando se trata de formular denuncias y esto "siempre va en beneficio del delincuente".
Con la crisis no solo han proliferado los timos y estafas. La Ertzaintza reconoce que "han vuelto delitos que habíamos prácticamente olvidado". Preocupa, especialmente, el aumento de robos con violencia.