Radio Euskadi
"La Noche Despierta"
La picaresca tras las bajas fingidas
L.U
eitb.com
Internet se consolida como medio para simular síntomas que permiten al trabajador ausentarse de su puesto o engañar al médico para lograr una baja o subsidio.
Un reciente informe revela que en el Estado español el absentismo laboral descendió en 2009 un 62 por ciento. También cayeron un 45 por ciento las bajas fingidas ante el miedo de los trabajadores a perder su puesto de trabajo. Este descenso, sin embargo, no está reñido con el aumento de la picaresca. En Internet se multiplican los anuncios clasificados, foros o blogs donde se comparten trucos para provocar síntomas que permiten al trabajador "vivir del cuento".
Así lo revela la última investigación de Francisco Canals, director de la Agencia para el Fraude y la Picaresca. Bajo el epígrafe "conductas laboralmente deshonestas" Canals ha localizado y clasificado centenares de páginas "que dan instrucciones para fingir todo tipo de enfermedades". Existen "páginas que enseñan a engañar a un tribunal médico o a provocar una gripe para prolongar una supuesta enfermedad y seguir cobrando un subsidio". El engaño alcanza por tanto al sector privado y al público.
"Algunos trucos", asegura Canals, "parecen sacados de películas de James Bond". Se dan, por ejemplo, consejos para combinar alimentos que son incompatibles para provocar un dolor de estómago. "Uno de esos blogs argumenta que si te comes medio melón y a continuación te bebes medio litro de leche, generas una indigestión terrible y un dolor de tripas que puede dejarte una semana en la cama". Otro foro de mucho éxito aconseja "comprar una cebolla, cortarla por la mitad y ponerla debajo de la axila. En unos 30 minutos se propaga una especie de erupción o urticaria por todo el cuerpo".
En España existen también dos empresas que se dedican a proveer de coartadas al trabajador. "Previo pago de 200 o 300euros", informa Francisco Canals "te facilitan, por ejemplo, un falso certificado médico o una falsa esquela de un funeral".
Algunas empresas no dudan en contratar detectives privados cuando sospechan de un fraude o engaño. Los detectives recaban pruebas, muchas de ellas audiovisuales, que son válidas ante el juez. En España, no obstante, el Código Penal no recoge las prácticas laboralmente deshonestas; por lo que aun siendo malas prácticas no son consideradas delito.