Espionaje conyugal

Dicen que la confianza es el núcleo, la base de toda buena relación pero no es un valor en alza. La industria informática y electrónica ha sabido convertir las dudas y los celos de parejas y amantes en un suculento negocio. La oferta va desde dispositivos para monitorizar un teléfono móvil, a compuestos químicos para saber si nuestra pareja ha mantenido relaciones sexuales, o bolsos y cinturones espía.

Internet es un gran aliado para la compra anónima y discreta de este tipo de herramientas pero tampoco olvida al infiel que buscan una coartada.

Espiar a la pareja es una tentación a la que sucumben muchos hombres y mujeres. Hoy en día invadir la privacidad del otro no es una tarea complicada. Un ejemplo sencillo y muy habitual es espiar los SMS de la pareja. Es altísimo el porcentaje de personas que revisan los mensajes que sus parejas reciben o envían.

Hay quien entra en el email de su pareja sin saber que está incurriendo en la comisión de un delito de revelación de secretos y exponiéndose, en caso de litigio, a una fuerte sanción por parte del juez. La cuestión es ¿cuándo deja de ser curiosidad para convertirse en delito?. ¿Podemos ser condenados por violar la intimidad de nuestra pareja?.

Con una simple búsqueda descubrimos que en Internet proliferan las web o blogs con consejos y métodos de espionaje. Además de ser un gran aliado en la compra de gadgets.

Ya hay una nueva generación de software que controla tanto los mensajes como las llamadas del teléfono. Hay sitios web que ofrecen servicios de vigilancia remota previa introducción de un SMS y código en el teléfono móvil, y que permiten monitorizar los movimientos de la pareja, saber a que hora y por donde se desplaza a través de un mapa en Internet en tiempo real y con los movimientos detallados, todo en silencio, discretamente y sin dejar rastro con la complicidad que la tecnología ofrece al ciudadano.

Son muchos los dispositivos o gadgets que encontramos en el mercado y no nos referimos al mercado negro, precisamente, hay tiendas especializadas. Estos son los más demandados:

-Check Mate: Un compuesto químico que permite saber si el cónyuge ha mantenido relaciones sexuales durante las últimas 48 horas.

-Spray revelador: un producto químico que permite leer el interior de sobres y cartas sin necesidad de abrirlas. El líquido rociado se evapora en unos 30 segundos sin dejar ningún tipo de rastro.

-Blue Tooth Spy: es un gadget que permite monitorizar el teléfono móvil del cónyuge, tras instalar este dispositivo en el móvil de la contraparte afectiva recibiremos una copia de todos los SMS enviados o recibidos desde su terminal. En algunos vídeos colgados en Youtube incluso se dan instrucciones de cómo instalarlo de manera efectiva.

Pero el mercado también se ha adaptado al infiel, a través de, por ejemplo, los servicios de coartadas. Confirmemos o no nuestras sospechas, da la sensación de que el espía, cuando cruza la línea, entra en un círculo vicioso del que es imposible salir.