Informe: 'En la violencia de género no hay una sola víctima'

Save The Children alerta de que, aunque cada vez hay una mayor concienciación en torno a la situación de los hijos e hijas de mujeres víctimas de violencia de género en Euskadi, aún queda mucho por hacer para garantizar una respuesta adecuada. A juicio de la ONG, es necesario incrementar y mejorar los recursos económicos y humanos y fomentar la formación especializada de los profesionales.

“Actualmente no se aborda la atención y protección a los niños y niñas víctimas de la violencia de género desde una perspectiva de derechos de la infancia. Los niños y niñas son considerados objetos de protección, pero no siempre se tiene en cuenta su interés superior, no se le considera como víctima”, explica Eva Silván, delegada de Save the Children en Euskadi.

Generalmente la atención específica se limita a los hijos de mujeres que están en acogida, aunque no en todos los casos. En los casos en los que sí se presta esta atención, al depender de la estancia de la madre, -explican- muchas veces los servicios no cuentan con tiempo suficiente para realizar la intervención necesaria. Además de la residencia en acogida con sus madres, la atención psicológica es el tipo de servicio que mayoritariamente se ofrece a los niños y niñas. Son pocas las administraciones que tienen contenidos específicamente diseñados para las necesidades de este colectivo de niños.

Las mayores carencias están en el ámbito judicial, donde es difícil identificar a los niños como víctimas cuando no existe una lesión física visible. Mientras las mujeres víctimas de violencia de género tienen un tratamiento jurídico, los niños son derivados a los recursos sociales, que en muchos casos cuentan con limitaciones. “En cierta medida, percibimos que las insituciones muchas veces dan por hecho la capacidad de los niños y niñas para adaptarse a las distintas situaciones, sin tener en cuenta que siempre hay un impacto y que sus manifestaciones y secuelas pueden permanecer ocultas o disfrazadas”, explica Silván.

El informe de Save The Children destaca positivamente el desarrollo y la utilizacióndel instrumento Balora, impulsado por la Dirección de Servicios Sociales del Gobierno Vasco y de obligado cumplimiento para los servicios sociales municipales y forales. Esta herramienta, que evalúa el nivel de desprotección, considera que ser testigo y convivir en entornos familiares con violencia es maltrato psicológico ejercido contra los niños y por tanto también un factor de riesgo y desprotección. Otro aspecto positivo son los procedimientos de coordinación de algunas administraciones locales y forales entre los servicios o áreas especializadas en violencia de género y las especializadas en infancia.

Como epílogo al informe, Save the Children establece las siguientes recomendaciones:

- Revisar la normativa y reglamentación asegurando que las niñas y niños que convivan en entornos de violencia de género sean considerados víctimas directas.
- Recoger los datos e información de todos los niños a cargo de mujeres víctimas de violencia de género.
- Reforzar programas y recursos específicos detinados a los hijos de mujeres víctimas de violencia de género, dontando de lugares seguros de juego, ocio y estudio en los recursos y servicios.
- Elaborar protocolos para detectar e identificar a los niños víctimas de violencia de género en los diferentes ámbitos de intervención social, principalmente educación, sanidad y servicios sociales.
- Incluir como objeto de análisis y atención a los hijos en las actuaciones del Observatorio vasco de la violencia machista contra las mujeres.
- Realizar una valoración exhaustiva e individualizada para la determinación del interés superior de los niños y niñas víctimas de la violencia de género por parte del poder judicial.
- Promover un sistema de coordinación entre todas las instituciones con estándares unificados para la atención de los niños y niñas víctimas de violencia de género.
- Formación específica a todos los profesionales implicados y a la asistencia letrada de las víctimas.