¿Vale todo en aras de la seguridad?

Las últimas declaraciones del extécnico de la CIA, Edward Snowden, quien ha asumido la responsabilidad por las recientes filtraciones sobre el espionaje americano, según ha divulgado el diario The Guardian, ha puesto en debate uno de los grandes temores de la ciudadanía: el ciberespionaje.

Ante la creciente preocupación de la opinión pública sobre el hecho de que los servicios secretos tengan acceso libre a lo que escribimos y publicamos, el presidente de los EEUU Barack Obama  ha declarado que “los servicios no anotan el contenido de las conversaciones”.

Internet y redes sociales

EEUU ha tenido más casos de espionaje, como Watergate o el caso de los papeles del Pentágono. No obstante, ahora el campo de actuación es infinito: internet y redes sociales.

Jorge Campanillas, abogado experto en nuevas tecnologías, asegura que “es muy jugoso la información que mueven estas grandes empresas”. Por su parte, Jorge Bermúdez, fiscal en Gipuzkoa y experto en delitos relacionados con Internet, ha asegurado que “el papel de la agencia de seguridad nacional es monitorizar las telecomunicaciones; otra cosa es que lo hagan en base a las garantías legales”.

Privacidad vs. Seguridad

Hace unos días se conocía el contenido de un borrador encargado a un grupo de expertos por el Ministerio Español de Justicia, en el que se contempla que los jueces pueden autorizar a la policía el control de los ordenadores de personas investigada mediante el uso de software malicioso.

Al respecto, afirma Jorge Campanillas que “tiene más garantías judiciales sabiendo que hay jueces por detrás”. Según Jorge Bermudez, “el estado tiene la potestad de entrar en nuestro domicilio. Esto simplemente se ha llevado al ámbito de la tecnología”.

Llamada a la reflexión

El problema, según los expertos, es nuestra falta de responsabilidad. “Somos nosotros los que estamos vendiendo a las grandes empresas nuestra privacidad y, tendríamos que empezar a reflexionar sobre eso”, afirma Bermúdez.