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Nueva Zelanda

Viajamos a la Tierra Media, la tierra de los Hobbits

Joseba Urquiola, director comercial del club Marco Polo, nos lleva de viajes hasta Nueva Zelanda y nos cuenta varias curiosidades del país.

  • Imagen de Hobitton de Pixabay

    Imagen de Hobitton de Pixabay

    15:09 min
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Los más famosos escenarios de las películas basadas en la obra de Tokien se encuentran en Nueva Zelanda ya que aportó más de 150 locaciones para la filmación.

Joseba Urkiola nos cuenta en 'Boulevard' cuales son algunas de las localizaciones utilizadas en la míticas El señor de los anillos.

Fiordland y los bosques milenarios

En la parte más sureña de Nueva Zelanda se filmaron las escenas de Fangorn, uno de los bosques más antiguos de la Tierra Media, el mismo lugar en el que Gandalf llama a su corcel blanco y el hogar de los ents, los árboles que caminan.

Canterbury y la ciudad de los hombres

En el distrito de Ashburton, específicamente en el monte Sunday, se grabaron las escenas de Edoras, la ciudad principal del pueblo de Rohan, en donde, según el libro, se encuentran las tumbas de los legendarios reyes de los hombres. El set fue desmontado por completo al finalizar las grabaciones de la trilogía El señor de los anillos, pero los paisajes nevados y sus hermosas laderas continúan intactos.

Matamata, el hogar de los hobbits

En la región de Waikato, en la zona central de la Isla Norte, se encuentra este hermoso pueblo de tradición lechera que alberga dos de los lugares más recordados de las películas dirigidas por Peter Jackson: Hobbiton, la ciudad de los hobbits, y La Comarca, la aldea en la que Frodo vive junto a su tío Bilbo Bolsón. Una vez finalizadas las grabaciones de la trilogía de El Hobbit, se resolvió destinar el set para los turistas y se conservaron los 44 agujeros o casitas del tamaño de sus pequeños habitantes, la taberna Green Dragon, donde los visitantes pueden disfrutar de una rica cerveza, el puente de doble arco y el molino.

Entre las curiosidades del país hay una que llama mucho la atención. Cerca de un pequeñísimo pueblo llamado Cardrona, en la carretera más alta de Nueva Zelanda, la Crown Range Road, hay una valla en la que las esquiadoras cuelgan sus sujetadores cuando terminan su jornada deportiva.