Boulevard
Porteros de discoteca
'Quieren ganar votos a cuenta de fastidiar el ocio nocturno en Bilbao'
Israel Carrillo, gerente de una empresa de seguridad, lamenta que los conflictos en las discotecas se deben a una "falta de moral, educación y civismo, por la mala gestión de los padres y la sociedad"
-
Porteros de discoteca
7:49 min
Israel Carrillo es gerente de la empresa Soul Control y Servicios con una plantilla de 30 empleados dedicados al control de acceso de locales. Una nueva regulación diferenciará en adelante el personal de acceso y seguridad, algo que beneficiará a su compañía "siempre y cuando se contrate a través de empresas como la nuestra". Explica Carrillo que no hay una normativa que exija ninguna titulación para dedicarse a ese trabajo. "Buscamos gente equilibrada y que conozca lo que conlleva la noche. En Moma no necesitas tener un armario empotrado de dos por dos".
Reconoce Carrillo la mala fama del oficio, aunque lo considera algo del pasado: "antiguamente sí que la imagen era la del matón que agarraba y pegaba... hoy por hoy se está extinguiendo". Señala Carrillo que trabajar de noche "es muy difícil" porque "la gente pierde el norte y nos pone el trabajo difícil. Acabar una noche sin discusión o sin sobrepasar ciertas barreras es imposible". Carrillo considera que las causas detrás de estas situaciones conflictivas son "la falta de moral, educación y civismo, por una mala gestión de los padres y la sociedad". En cambio, cree que "mi generación no eramos como los chavales de hoy en día".
La empresa Soul Control y Servicios se fija en varios aspectos a la hora de contratar, entre otras, "tener dos dedos de frente". "Hoy por hoy necesitas gente educada". En cuanto a los locales más conflictivos, "cañeros" los llama, "en esos sitios tienes que imponer y dar respeto porque sino se puede ir de madre".
Respecto a la controversia de la discoteca Moma de Bilbao, explica Carrillo que "como se acercan las elecciones en el ayuntamiento quieren ganar votos a cuenta de fastidiar el ocio nocturno y sacar a la calle a cerca de 70 trabajadores". "No somos ni psicólogos, ni padres ni policía municipal", zanja.