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Inés Nuñez, abusos policiales

"En la primera paliza que dieron a mi padre yo iba con él de la mano"

O.V. | EITB Media

44 años después el Estado acaba de pedir perdón a la familia de Francisco Javier Núñez, asesinado por la policía en 1977. "Hay fuerzas de uno y otro extremo que no quieren que esto se produzca".

  • Inés Núñez de la Parte junto con Denis Itxaso y Fernando Martínez. Foto: Twitter Denis Itxaso

    Inés Núñez de la Parte junto con Denis Itxaso y Fernando Martínez. Foto: Twitter Denis Itxaso

    9:06 min
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En 1977 Francisco Javier Núñez, profesor de matemáticas de 38 años, iba por la calle camino de casa. En un momento del recorrido se topa con una manifestación pro anmistía. Dos policías le detienen le meten en un portal y le apalizan, "yo estaba con él, iban con él de la mano" recuerda su hija Inés Núñez de la Parte en "Boulevard Informativo" de Radio Euskadi. Francisco Javier estuvo dos días en cama.

Cuando pudo volver a caminar fue al juzgado y denunció lo ocurrido. Allí avisaron a los agentes que le habían agredido. Estos le metieron en una furgoneta, le ataron las manos y le obligaron a beber con un embudo: primero un litro de coñac, después otro de aceite de ricino. De aquella no salió y murió tres días después. En mayo del 77 Martín Villa era ministro de la gobernación. El encargado de la policía, el que ordenó cargar en las manifestaciones.

Una y otra y otra vez la familia de Francisco Javier Núñez ha clamado justicia, ha pedido al Estado que reconozca las torturas y el asesinato de su padre. Ayer, 44 años después, el Estado les pidió perdón por el daño injusto infligido. Se lo pidió a su hija Inés Nuñez de la Parte. Lo hizo el secretario de Estado de Memoria Democrática Fernando Martínez y el delegado del Gobierno español en Euskadi, Denis Itxaso.

Para Inés Núñez, la petición de perdón, además de ser "histórica y muy emocionante" es "un punto de inflexión para reconocer violaciones de derechos humanos a un colectivo de víctimas que nunca ha sido reconocido". "La víctimas de abusos policiales estaban en la nada".

Inés Nuñez ha estado luchando y reclamando durante 9 años, "desde el año 2012 que se aprobó el decreto de Reparación de Víctimas de Sufrimientos Injustos", a título personal, "este reconocimiento y disculpas hacia mi madre". Inés Núñez no quería que su madre "muriera sin ver este momento". La petición de perdón del Estado se ha gestionado con cuidado puesto que "hay fuerzas de uno y otro extremo que no quieren que eso se produzca. He reclamado lo que es justo".

El perdón les "alivia" y les "sirve", aunque, a la hija de Francisco Javier Núñez le gustaría "que fuera más arriba en el Gobierno quien nos pidiera las disculpas y que salga una ley de Memoria Democrática que recoja estos hechos y que a las víctimas de todo signo se les haga un reconocimiento en el Parlamento español". Este perdón sana las heridas en "un 80 %, el otro 20 % no, porque no hemos tenido justicia, las personas que mataron a mi padre siguen libres", ya que, ha añadido, "la ley pro amnistía del año 77 o 78 hace que sea imposible perseguir penalmente esta conducta".

Inés Núñez tenía 3 años y medio cuando sucedieron los hechos y su madre y su familia se lo ocultaron hasta los 18 años. "Tengo pesadillas desde muy pequeña". Cataloga  de "excelentes" los proyectos del Gobierno Vasco para llevar a los institutos, testimonios de víctimas de la violencia, "han servido para que las víctimas no de ETA, tengan un reconocimiento social".