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Reportaje adicciones drogas

Adicto drogas: "Llegué a consumir en la puerta del hospital porque pensaba que me iba a dar un infarto"

O.V. | EITB Media

Testimonio de Andrés y Eder sobre su relación con las drogas, de sus consecuencias y cómo comenzó todo. "Un día antes de ingresarme me dijeron que si consumía un día más acabaría en la unidad de psiquiatría".Julen y Maider Santamaría, dirigen el centro Virtuss Adicciones, dónde ayudan a superarlas

  • Eder, Andrés, Maider y Julen

    Eder, Andrés, Maider y Julen

    22:53 min
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En Euskadi la edad media en la que los jóvenes prueban el cannabis es de 14,7 años, es una de las 3 comunidades donde antes empiezan y es también una de las 3 comunidades junto a Navarra donde más consumen. 1 de cada tres lo ha probado y el 26 % lo ha hecho en el último año. Andrés, 23 años, comenzó consumiendo cannabis a los 13 años y a los 16 se pasó a las anfetaminas y a la cocaína. Con el paso del tiempo se fue quedando solo, puesto que perdió a su familia y a sus amigos, y comienzó a robar porque solo pensaba en consumir. Eder, 34 años, comenzó a consumir a los 12 años y le echaron del colegio. Su punto de inflexión llegó cuando sus padres le echaron del trabajo porque le pillaron consumiendo dentro. Los dos han explicado en "Boulevard" de Radio Euskadi que el consumo de cannabis está normalizado en los pueblos.

Alberto Ruiz de Alegría, director de Norbera, un programa que trata a jóvenes de entre 13 y 17 años con distintas problemáticas entre ellas el consumo de cannabis, cree se ve como normal algo que no lo es, "hemos normalizado ver a niños y niñas consumiendo cannabis". El experto ha añadido que "cuanto más temprana es la edad a la que se empieza a consumir una sustancia, existen mayores probabilidades de tener problemas con esas sustancias". La clave está en retrasar la edad de inicio y controlar la frecuencia de consumo. El control desde casa es fundamental. Las consecuencias del consumo de sustancias conlleva a "problemas mentales".

Los tres finales que genera la enfermedad mental son: muerte, cárcel o psiquiátrico. Andrés estuvo a punto acabar en el psiquiátrico, "tenía paranoias. Un día antes de ingresarme, acabé en el hospital y me dijeron que si consumía un día más acabaría en la unidad de psiquiatría". También ha relatado que llegó a consumir a la puerta del hospital porque no podía parar de consumir y pensaba que le iba a dar un infarto y que si le pasaba, por lo menos, estaba al lado del hospital.

Eder y Andrés serán adictos toda la vida, pero llevan años sin consumir. Su vida ha cambiado de la noche a la mañana desde que sus familias pidieron la ayuda de Julen y Maider Santamaría. Eder lleva 24 meses en terapia, está estudiando y reconoce que el "proceso es muy satisfactorio, es como volver a nacer". Andrés, por su parte, lleva 32 meses de terapia, y advierte a los jóvenes que "tengan mucho cuidado, ya que se puede convertir en una enfermedad". Con ayuda se puede salir, señalan los dos.

Los hermanos Julen y Maider Santamaría dirigen el centro Virtuss Adiciones de Donostia, donde están siendo tratados Eder y Andrés. Julen también fue consumidor, pero hoy en día lleva 17 años sin consumir, "tuve que perderlo todo para darme cuenta de la situación". En su caso, empezó a beber alcohol a los 13 años y a partir de los 15-16 pasó a consumir hachis, anfetaminas y cocaína.

Maider ha recordado el sufrimiento de sus padres ante los problemas de Julen y ha explicado que la persona que consume "no consume porque sea viciosa sino porque ha desarrollado una enfermedad y lo necesita para vivir". La enfermedad se desarrolla por el abuso de sustancias. La mayor dificultad de un adicto es "manifestar sus emociones" y ante el malestar, optan por drogarse.  Las familias suelen ser conscientes del problema pero no lo suelen querer ver. Con esfuerzo se puede salir, sin olvidar que el adicto siempre lo va a ser siempre.