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Abusos sexuales en la Iglesia

Hans Zollner: "Dentro de la Iglesia hay gente que no hace lo que debería, hay una resistencia pasiva"

O.V. | EITB Media

El sacerdote alemán opina que lo primero que tiene que hacer la Iglesia es la escucha a las víctimas y después "hacer la justicia que quiera cada víctima".

  • Imagen del Vaticano

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    7:50 min
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Hans Zollner, sacerdote alemán, psicólogo, miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores y director del Centro para la Protección de la Infancia de la Universidad Gregoriana de Roma, es uno de los máximos expertos en abusos a menores y forma parte del grupo creado por el papa Francisco para investigar los casos registrados en el seno de la Iglesia. En una entrevista concedida a "Boulevard" de Radio Euskadi ha explicado que lo primero que hay que hacer en el caso de los abusos en el seno de la Iglesia es la escucha de las víctimas. A puesto como ejemplo el trabajo realizado en la Iglesia de Francia dónde "los obispos tenían desde hace años una actitud de un gran ejemplo". En otros países la Iglesia ha puesto recursos psicológicos para las víctimas, pero se ha quejado que lo que más cuenta a ojos del público "es todo lo que no se hace".

Aunque en el papado de Francisco hay "una actitud mucho más activa" frente al problema de los abusos a menores, ha destacado que "hay gente dentro de la Iglesia que no hace lo que debería hacer, hay una resistencia mucho más pasiva que activa". Zollner ha explicado que en este pontificado se han visto desarrollos "muy importantes" como la creación de una institución para la protección de menores y la promoción de la prevención del abuso para que "no vuelva a suceder ni hoy en día ni en el futuro".

También ha señalado que una "de las cosas más difíciles" es saber qué quiere cada víctima y "hacer la justicia que quiere cada víctima", ya que algunos quieren dinero, o ser reconocidos públicamente, o encontrar al obispo o al representante de la institución en la que fueron abusados. No todas las víctimas quieren lo mismo.

Defiende que la única solución pasa por una comisión de investigación independiente 'que arroje luz a los últimos 70 años'. En esta comisión independiente "no hay control, no hay interferencias y no hay definición del resultado antes de presentar los datos". En Munich la Iglesia contrató a un grupo de abogados para que investigaran los abusos a menores e hicieron su trabajo "sin comunicar los datos antes de presentarlos".