Entrevistas
20º ANIVERSARIO ARTIUM
"El arte contemporáneo toma el pulso al presente, para lo bueno y para lo malo"
Beatriz Herráez, directora de Artium desde 2018, y José Luis Catón, el arquitecto encargado del proyecto, anfitriones de lujo del especial 'Distrito Euskadi' con motivo del 20º aniversario de la apertura del Museo de Arte Contemporáneo del País Vasco.
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Beatriz Herráez, directora de Artium, y el arquitecto José Luis Catón junto a Estibaliz Ruiz de Azua
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El germen del Museo de Arte Contemporáneo Artium "tiene que ver con el inicio de una colección, a mediados de los años 70, impulsada por la Diputación Foral de Álava y sus responsables, en contacto, colaboración y diálogo directo con otros muchos agentes que tenían un saber hacer y un conocer de las prácticas artísticas contemporáneas en esas décadas". Fue la creación de ese "fondo patrimonial de carácter público" la que generó la necesidad de contar con un espacio como Artium. Nacer a partir de un patrimonio previo fue "una anomalía", como reconoce su actual directora, Beatriz Herráez.
Hoy en día esa colección ha crecido y "es una colección de colecciones" a la que se han incorporado fondos de otras instituciones. Sin ir más lejos, el Gobierno Vasco, "ha depositado, recientemente, los Premios Gure Artea; 101 obras que recogen y dan testimonio del hacer de una época, con obras muy tempranas de artistas muy relevantes" de los 80 y los 90.
"El arte es un testigo de su tiempo", sostiene Beatriz Herráez, y "las obras de arte son artefactos donde se condensa el espíritu de los tiempos". El 'Gernika', ahora que se conmemora el 85ª aniversario del bombardeo de la villa, es ejemplo de ello. "Una pieza que en su momento fue muy rechazada y que hoy en día cuenta tantas cosas y de manera tan diferentes a públicos dispares".
Del contenido al continente
El arquitecto José Luis Catón, quien ha participado en el diseño del edificio de la Hacienda foral, el Conservatorio de Música Jesús Guridi, el Parque de Bomberos o el Archivo del Territorio Histórico, fue también el encargado de proyectar el Museo Artium en el solar de la vieja estación de autobuses de Vitoria-Gasteiz. Confiesa que fue un reto técnicamente, "porque el estado tensional de cargas de lo que iba a haber aquí -un centro comercial, cines y oficinas- no tenía nada que ver con un museo", y "porque nadie sabia qué museo se quería". "Hice lo que pude con otra presión añadida, que es que en aquel momento se estaba haciendo el Guggenheim, y ya se sabe que Vitoria no puede ser menos que Bilbao", dice con sorna Catón.
Veinte años después de su apertura Catón asegura que Artium "es un hijo muy querido" aunque tenga "alguna malformación congénita, por su propio origen".