Entrevistas
REIVINDICACION
"No vemos que los actores que rodean el deporte trabajen por un espacio seguro para el colectivo LGTBIQ+"
El waterpolista y secretario de políticas LGTBI del PSOE Víctor Gutierrez narra en 'Balón amarillo, bandera arcoíris' su lucha personal por encajar deporte de élite e identidad sexual, su papel como agente de cambio y la necesidad de comunicar a los jóvenes que "no merece la pena vivir escondido".
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Víctor Gutierrez, waterpolista
19:30 min
"Descubrirse en el instituto como homosexual es un suicidio emocional, pero en el deporte de élite puede ser un suicidio profesional". El waterpolista profesional Víctor Gutiérrez resume así en su libro Balón amarillo, bandera arcoíris la lucha interna que vivió durante su infancia y adolescencia para evitar que su verdadera condición sexual truncara su sueño deportivo. Sin referentes en positivo, durante décadas encontró en el ponerse una careta y protegerse su mejor opción. Hasta que una conversación con su mejor amigo inclinó la balanza: "Al final pesó más la necesidad de salir adelante y contar con un verdadero yo al menos a una persona que el miedo a perder mi sueño".
Hoy en día, Víctor Gutiérrez ha convertido la necesidad de reivindicarse y visibilizarse en una acción social y política. De portada en la revista Shanghái a ser Secretario de políticas LGTBI del PSOE. Y desde esa posición, ser una voz reivindicativa, un agente de cambio y un referente empoderador para los jóvenes. "Se puede llegar a lo más alto siendo tal y como uno es y que no merece la pena vivir escondido o dentro de un armario; la vida es muy corta y maravillosa como para desperdiciarla de esa manera".
Por eso, Víctor Gutiérrez no duda en denunciar la realidad que rodea el deporte de élite y la LGTBIfobia. Y así, explica, mientras "hay toda una maquinaria para erradicar el racismo" de los campos de fútbol, "todos los fines de semana escuchamos en los estadios cómo se canta maricón al jugador o al árbitro", denuncia, sin que se recoja en las actas, sin que existan campañas de sensibilización o identificativos de apoyo al colectivo, y sin que exista una ley que persiga la LGTBIfobia. "No vemos que los actores que rodean al deporte trabajen para conseguir un espacio seguro para el colectivo LGTBI", subraya.
Gutiérrez predica con el ejemplo. Ahí está el paso adelante que dio hace apenas un año cuando en un partido de waterpolo escuchó cómo le llamaban "maricón" desde las gradas. "Me planté", recuerda. "Decidí que no sería cómplice con mi silencio". Denunció, y su denuncia se convirtió en la primera sanción por homofobia en España. Dice Gutiérrez que, por todas estas razones, Balón amarillo, bandera arcoíris no solo es un libro para el colectivo LGTBIQ+: "Es un libro útil para la gente que no tiene nada que ver con el colectivo; les puede servir para reflexionar".