Cerrar

graffiti

Graffiti

Agustina Otaola, del sagardotegi al fronton profesional

Con apenas 15 años dejó su Errenteria natal para jugar en Madrid, Barcelona y Cuba pese a las reticencias de la época

  • El deporte femenino nunca fue bien visto durante el franquismo

    Algunas de las primeras raquetistas

    20:42 min
imagen player
imagen player
imagen player

Lo que comenzó siendo una afición de familia se convirtió con el tiempo en su modus vivendi. Agustina Otaola procede de una familia de raquetistas. Una practica que en los años 30, cuando nació, estaba destinada casi en exclusiva a los hombres. Que una mujer comenzará a jugar en un frontón no estaba aceptado ni bien visto. Pero ella, siendo una niña de 15 años, superó esas reticencias sociales y continuo con su afición hasta convertirse en profesional. Dejó de pelotear en la pared de la sagardotegi de su Errenteria natal para marcharse hasta Madrid. Ahí, los partidos de mujeres eran algo más aceptados, aunque no sin problemas. Con la llegada del franquismo se intentó eliminar de los frontones los partidos femeninos pero la presión de las empresas de la pelota evito su desaparición. Sí fueron., sin embargo, obligadas a modificar su atuendo. Más recatado.

Agustina Otaola pronto destacó en este deporte y poco a poco fue jugando en nuevos frontones como los de Barcelona o Cuba. Hasta que cumplio los 41 años, cuando abandonó la práctica del deporte profesional. Hoy, el frontón de Errenetria lleva su nombre. Muchas ven en esta mujer, y en otras muchas de la época, unas pioneras en el deporte femenino porque no fueron pocos los obstáculos que debieron superar por la presión de un regimen y por la cultura machista que imperaba en las décadas en las que les tocó jugar.