I. Martinez rompe la imbatibilidad en casa del Eibar con dos goles

Victoria de platino del Deportivo Alavés en Eibar. El cuadro vitoriano rompe la imbatibilidad en casa del cuadro armero con un 1-2 fruto de dos goles de Igor Martínez. La pimienta queda ahora como máximo goleador del equipo con seis dianas. Se sitúa el cuadro albiazul en la quinta plaza con 45 puntos, uno menos que un Pontevedra que acumula 46 y asciende a la cuarta posición, y cuatro menos que el Palencia, que sigue tercero.
Sigue imbatido Iñaki Ocenda en el banquillo albiazul. Son ya seis los partidos que lleva dirigidos el técnico gasteiztarra con un balance de tres triunfos y tres empates, lo que lleva a su equipo a sumar 12 de los 18 puntos en juego. En Ipurua el Alavés realizó probablemente el partido mas serio de la temporada.
Sin duda, agradeció el cambio de sistema a un 4-2-3-1 en el que Romerito y Alaña aportaron mucho equilibrio en el doble pivote. Igor Martínez con sus dos goles fue el mas destacado de una escuadra que funcionó como bloque y tuteó en todo momento al segundo clasificado. Ruano, Raúl Llorente y Romerito entraron en un once de un perfil muy aguerrido. En la segunda parte, la entrada de Joseba Arriaga con 1-1 revolucionó a su equipo. El de Ermua respondió a la monumental pitada con la que fue recibido con un gran pase entre líneas que originó la jugada del segundo gol.
Paga el Alavés una importante factura en forma de tarjetas. Alaña vio la quinta y será baja este domingo ante el Barakaldo. Preocupa también la situación de Iñaki Ocenda, que fue expulsado en el minuto 62 junto al delegado Roberto Jiménez. El hecho de que utilice la licencia de utillero y no la de entrenador por el litigio que el Alavés mantiene con Pereira le puede acarrear una sanción mas fuerte del habitual partido de suspensión. En el acta, el colegiado del choque recoge que amonestó por dos veces al encargado del material, refiriéndose a Iñaki Ocenda.
Capítulo aparte merece la afición albiazul, que estuvo muy presente en todo momento en Ipurua. Mas de trescientos alavesistas acudieron al estadio y animaron de principio a fin. En varias ocasiones se pudo escuchar el himno del Alavés en el estadio armero.