Radio Vitoria
Crónica de Araba
Gasteiz, laberinto de pasiones encontradas y eternos debates sin solución
J.B. EITB MEDIA
Vitoria-Gasteiz vive frecuentemente sumergida en un laberinto de pasiones encontradas y eternos debates sin conclusión. No hay proyecto que no arrastre voces críticas que cuestionen su idoneidad.La intervención en Zaramaga, la reforma de Los Herrán y Olarizu son proyectos para el futuro inmediato.
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Calle Los Herrán. Foto: Zarateman, vía wikipedia
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Desde las primeras peatonalizaciones de la ciudad a finales de los setenta y principios de los ochenta del pasado siglo XX hasta la llegada del Bus Eléctrico Inteligente en la tercera década del XXI, pasando por el tranvía o la red de bidegorris, todas las iniciativas que se han proyectado en la capital alavesa han contado con firmes detractores. Un coro de voces críticas que apasionadamente agurmentaron costes elevados, en unos casos, o falta de operatividad, en otros. Y esto sin olvidarnos del fracasado auditórium, de la eterna reforma del Teatro Principal o del soterramiento del Tren de Alta Velocidad; el más lento, al menos en llegar, en la historia universal de las comunicaciones ferroviarias. En la nube de la memoria vitoriana figura también la ardiente polémica que vivió la ciudad- los más veteranos lo recordarán- luciendo en su día pegatinas en la solapa sobre Foru Enparantza Bai/ Foru Enparantza EZ, en torno al diseño de la que hoy conocemos como Plaza de los Fueros.
Con una fidelidad, tan exquisita como a veces agotadora, a esta tradición discutidora, la capital alavesa afronta tres nuevos proyectos: el laberinto vegetal de Olarizu, la reforma de Los Herrán y la intervención en Zaramaga. Por supuesto, con sus acérrimos críticos enfrente. Los debates no son malos si reflejan el espíritu crítico de una sociedad y son resolutivos. En la cirugía de la ciudad tenemos referencias a imitar. La calle Sancho El Sabio simboliza una de las vías que mayor modernidad ha incorporado en un espacio urbano consolidado de la ciudad. Peatones, ciclistas, tranvía y coches conviven en armonía. Tal vez sea la experiencia más ejemplarizante de actuaciones urbanísticas desde que se rescataran para la vida social de la capital alavesa los acuartelamientos militares en Comandante Izarduy, Nieves Cano y Paso del Cuarto de Hora, como popularmente se conocía el espacio que hoy ocupa la Facultad de Geografía e Historia. El Campus Universitario, los archivos Provincial y Municipal, La Biblioteca o el mismo Centro Cívico Hegoalde han revitalizado una parte de la ciudad, dando relevo a la caduca vida castrense.
La reforma de la Avenida de Gasteiz, sin embargo, se ha quedado a medio camino, sin llegar hasta el cruce de la calle Castilla por cuyo subsuelo se proyecta que algún día transcurra el Tren de Alta Velocidad. Pero ese todavía es un sueño que despierta pasiones encontradas y debates sin conclusión.