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Crónica de Euskal Herria

José Félix Azurmendi nos relata su crónica de Euskal Herria

José Félix Azurmendi analiza la actualidad en su crónica de Euskal Herria

  • José Félix Azurmendi

    José Félix Azurmendi

    6:07 min
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Tx. Con abril volvió el invierno, y la Korrika

JFA. La Korrika de este año que acaba de arrancar en Gares y terminará en Gasteiz ha elegido a Txillardegi como el referente a homenajear. Esta iniciativa popular tiene y mantiene el sello de la ilusión y la transversalidad con la que vivió el mundo abertzale y vasquista aquellos primeros años de transición en Euskal Herria. El mundo institucional no ha hecho justicia a José Luis Álvarez Enparanza. Su figura ha sido incómoda a derecha e izquierda. Su compromiso de intelectual fue sartriano y laico, pero se parecía mucho al que en ese tiempo mantenían intelectuales cristianos en la Francia y Bélgica que conoció de cerca. Eran otros tiempos, que en relación con Korrika todavía se dejan sentir como iniciativa popular, transversal, festivamente reivindicativa.

José Antonio Urbiola, un hombre también de ese tiempo y ese compromiso, no ha podido ver este año a sus gentes corriendo por el euskara en esa Nafarroa que determinó todas sus militancias y alimentó sus ilusiones más profundas. Falleció el jueves y hoy se le hará un homenaje civil en Iruña. Estuvo en EGI y formó parte del Napar Buru Batzar en clandestinidad, conoció un primer exilio en Caracas, militó en HB a través de HASI, fue vicepresidente del Parlamento de Navarra, volvió a exiliarse, regresó al país y al PNV de Nafarroa, del que llegó a ser su presidente. Fue y se sintió siempre, como Manuel Irujo, vasco por navarro, abertzale libre por encima de toda atadura. Fue -los que le conocimos podemos certificarlo- sobre todo y ante todo una persona entrañable.

Tx. Siguen los ecos del triste espectáculo del jueves en el Parlamento Vasco

JFA. Con ocasión de la bronca del jueves en el Parlamento Vasco se ha dicho que el parlamentarismo es otra cosa, y lo dicen quienes parecen conocer la guía de buenas prácticas en este recinto y parecen desconocer tantos modelos distintos de esa práctica. En este tiempo en que te pueden endosar delitos de opinión con tanta facilidad, soy de la opinión de que ese recinto debería contar con toda la libertad y garantías para decir lo que de verdad piensan nuestros representantes, y de la manera que elijan, que ya sacarán luego los ciudadanos las conclusiones que les merezcan.

No me parece adecuado el papel que se atribuye a la presidencia; me parece inaceptable que se censuren a la hora de su trascripción las intervenciones de los parlamentarios. Bien valdría una reflexión y un debate sobre todo esto, y bueno sería también a mi juicio que se revisaran criterios en relación con los invitados: no parece por ejemplo que fuera el jueves el día más adecuado para que los representantes policiales más extremosos compartieran tribunas con los representantes de víctimas de abusos policiales. El Partido Popular sabrá por qué lo hizo, pero algo tendrá que ver con este tiempo electoral y su necesidad de hacerse sentir.

Tx. Esos ecos pueden tener consecuencias de futuro

JFA. Después de la bronca en el Parlamento, ha dicho el PP que ellos nunca tratarán con Bildu, y estos le han recordado que en ese mismo momento había una representante suya tratando asuntos con delegados de Bildu. Le ha recordado el lehendakari al PP vasco que ya habían llegado antes a acuerdos municipales en tiempos de Maroto alcalde, y que ese era el camino de la normalidad que debería transitar. No han sido los únicos ecos de lo que sucedió el jueves, que el presidente del EBB lo ha interpretado como un gesto para tranquilizar a los duros de la izquierda abertzale, descontentos por su apoyo incondicional al Gobierno del PSOE en el trámite de los decretos leyes de la víspera. En la izquierda abertzale, sin embargo, los duros siempre han sido menos que los blandos, si como tales hay que considerar a los que siempre han preferido que HB, Batasuna, Bildu, Sortu o como se llamara participaran a todos los efectos en la política. Si no fue siempre así era porque la dirección de turno de la vanguardia, de ETA, presionaba para que no lo fuera, pero ETA ya hace años que desapareció.

En este tiempo, todo hay que leerlo en función de las sucesivas consultas electorales en puertas, en las que a la izquierda abertzale le va a venir muy bien la compañía de ERC para fijar y alcanzar sus objetivos y, sobre todo, para definir y explicar su apuesta ideológica. La decisión tiene desde esta perspectiva un calado mayor, que sus competidores empiezan a tomar en cuenta.