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Crónica de Euskal Herria

Crónica de Euskal Herria 7-3

José Félix Azurmendi analiza la actualidad en su crónica de Euskal Herria

  • José Félix Azurmendi

    José Félix Azurmendi

    9:30 min
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Sabatina del 7 de marzo de 2020

José Félix Azurmendi – Radio Vitoria

 

Tx. Si te pregunto por cuáles han sido los temas de la semana, seguramente dirás que los de la semana pasada.

JFA. Son los mismos, en efecto, la crisis del vertedero de Zaldibar y la provocada por el coronavirus, pero con el riesgo aumentado de que este opaque al primero, cuando se cumple un mes de producido sin que nada haga suponer que  los cuerpos de las dos personas sepultadas vayan a ser hallados. Es comprensible que los familiares y amigos de Joaquín Beltrán y Alberto Sololuze lo denuncien y manifiesten su impresión de que en todo este tiempo se han hecho más esfuerzos en resolver el problema de la autopista y en dar una apariencia de cierta normalidad, que en dar con sus allegados.

Si no fuera una frivolidad, añadiría que el nuevo gran tema entre nosotros ha sido esta semana el de la clasificación, con más pena que gloria, de dos equipos vascos para la final de la Copa del Rey, antes del Generalísimo. Reconozco que algunas muestras de euforia por tal circunstancia las siento ajenas, a pesar de mi simpatía por los dos clubes en cuestión, y algunas de las renovadas manifestaciones y muestras de la condición de eternos rivales de dos de nuestros equipos, fuera de lugar. Por cierto, y no se trata de amargar la fiesta a nadie, no hay que descartar que el encuentro, así lo llaman, se celebre a puerta cerrada, por culpa de la corona.

Tx. Y en lo político, en la política, ¿qué te ha llamado la atención?

JFA. Hoy vengo, Txerra, con preguntas más que con respuestas, que me las hago a mí mismo y las quiero compartir. Hemos entrado en una manera de hacer política que se puede entender como normalizada, que invitan, digo yo, a reflexiones imposibles cuando nos movíamos condicionados por lo que muchos llamaban el monotema.  Por ejemplo: en Madrid lo tienen claro, pero ¿se tiene aquí al PNV como una formación de derechas al uso, se le ve entre nosotros como un partido o como algo más? Sigo con las preguntas. ¿Es EH Bildu de izquierda o de izquierdas, un movimiento o un frente acaso? ¿Es el PSE-EE-PSOE (no sé muy bien en qué orden debería decirlo) socialista, socialdemócrata, federalista, obrerista, o es otra cosa nueva y distinta? ¿Se puede decir que Ahal dugu Podemos es percibida entre nosotros como de extrema izquierda, o como suma de corrientes de izquierda, como exquisitez ideológica o como un movimiento popular de respuesta a una crisis puntual? ¿Se puede explicar el PP y Vox solo como neo franquismo o es también algo que va con los tiempos? ¿Se puede dar a Ciudadanos como desaparecido antes incluso de que entre nosotros llegara a hacerse presente?

Más preguntas, más reflexiones. Al hilo de lo que todo el mundo pronostica como probable en este tiempo preelectoral, ¿se puede afirmar que es la vasca una sociedad conservadora, que lo es también en Nafarroa e Iparralde? ¿En el mismo grado? ¿Más o menos que hace unas décadas? ¿Más o menos que las sociedades vecinas? A la luz de las respuestas que se dan sobre cuestiones universales como el feminismo, la solidaridad con los refugiados, la donación de órganos y demás, sí parece poco dudoso al menos que funciona el vasco como un marco autónomo, no de la lucha de clases que predicaba Argala, pero sí de posicionamientos sociales, sensibilidades, gustos, adhesiones y desafecciones.

Y tal vez sea este un momento tan bueno como cualquier otro para preguntarse si nos tendremos que acostumbrar a oír, también en medios que se tienen por aceptar y respetar el marco autónomo vasco, que el paro ha bajado en Euskadi pero no en Navarra, que en Euskadi hay x muertos por corona virus y en Navarra los que sea, olvidando el origen y propósito del neologismo patriótico Euskadi? ¿Acaso no hay fórmulas para contar los hechos respetando los sentimientos de todos? Que conste, además, que no siempre fue así, al menos en los medios de comunicación que se sabían solo vascos, que conste que es esto relativamente reciente y se ha instalado sin intervención de los delegados del Gobierno central ni sentencias como la que obligó al Gobierno vasco a retirar de su escudo la parte que recordaba a Nafarroa.

Tx. ¿Y para terminar?

JFA. Hablando de Delegados del Gobierno central, hace unos días entrevistó Maite Artola a Denis Itsaso, recién nombrado para el menester desde Vitoria-Gasteiz. Naturalmente, en euskera, como tantas otras veces a Itsaso. Iba todo muy bien mientras se le preguntaba por la política, por la seguridad –esa asignatura pendiente a su juicio para la izquierda-, por el agradecido humor que Andoni Ortuzar le pone a la política, por su proposición básica en el cargo, la mejora de la conexión emocional de los vascos con España, o sea, como aquello que se dijo antes de sentirse cómodos en España. Iba todo bien, hasta que Maite le preguntó por la tortura: a eso, respondió, es un decir, como todos sus antecesores en el cargo.

Luego, uno de los contertulios presentes comentó que los socialistas tendrían que cargar con la mochila de la tortura, de la misma manera que a la izquierda abertzale le acompañaría siempre la del terrorismo.