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Crónica de Araba

Claves de la nueva fase: distanciamiento y mascarillas

JB

Preparados para la segunda fase.La presión asistencial abandona los hospitales y la Atención Primaria vuelve a ser la piedra angular para controlar la epidemia.

  • El distanciamiento y las mascarillas protegen nuestro sistema inmunológico.

    El distanciamiento y las mascarillas protegen nuestro sistema inmunológico.

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La detección precoz del virus y evitar focos de transmisión es el objetivo del plan que ha puesto ya en marcha Osakideteza. Control y vigilancia, palabras clave, para lo que son imprescindibles los test y el rastreo de los contactos positivos. La situación ha cambiado sustancialmente en las últimas semanas, pero junto a las medidas higiénico-sanitarias hay dos que se imponen con carácter obligatorio; mantener el distanciamiento d dos metros y el uso de la mascarilla.

 El coordinador del Plan de Vigilancia, Ignacio Garitano, recuerda que no nos podemos relajar. Destaca el papel de los Centros de Salud y más concretamente el de las enfermeras en un sistema con más inteligencia emocional que artificial y recurre al lenguaje coloquial para decir que los test hay que saber usarlos y hacer la lectura adecuada, porque si no pueden ser como un mono con una metralleta.

Las consecuencias económicas de la pandemia llegan a los ayuntamientos. El Diputado General, Ramiro González, ha comunicado a las alcaldía alavesas que este año recibirán 57 millones menos de euros del Fondo de Financiación Municipal.

El Ayuntamiento de Vitoria, concretamente, verá sus ingresos reducidos en 60 millones de euros: 45 por la reducción del Fofel y otros 15 por el descenso de la recaudación impositiva. El responsable de la hacienda municipal, Iñaki Gurtubay, ha calificado la situación de terrible, aunque matiza que no afectará a las áreas de salud, políticas sociales y promoción económica. La parte socialista del gobierno municipal se ha apresurado en dos comparecencias a publicitar la gestión de sus partidas. La Teniente de Alcalde, Maider Etxebarria, anuncia 2,7 millones de euros  destinados al comercio y la pequeña industria. Y otros dos millones más suma su compañero de grupo y concejal de Políticas Sociales, Jon Armentia,  para llegar a los 11 millones de euros en las ayudas sociales y de emergencia. No son partidas de nueva creación, sino cambios y reajustes dentro del mismo presupuesto. Todos los esfuerzos  serán bienvenidos, aunque de momento parezcan insuficientes para hacer frente a una crisis económica que ya está dejando su huella en el incremento de las tasas de desempleo y en el creciente limbo de los ERTE, Expedientes de Regulación Temporal de Empleo, en el que se encuentra el  65 por ciento de las empresas alavesas.

Todas las enfermedades están necesariamente entrelazadas por factores biológicos y sociales, que no pueden ser totalmente separados, nos recuerda Jeremy Greene, historiador en medicina de la prestigiosa universidad, Johns Hopkins. A la realidad biológica y social de esta pandemia hay que añadirle la de una recesión económica de dimensiones desconocidas. Algunos la comparan con la Gran Depresión de los años 30 y otros la definen como el reto más importante desde la Segunda Guerra Mundial.

El coronavirus circuló entre nosotros antes de que tuviéramos  percepción social de su existencia; inconscientes, inicialmente, de la rapidez de su transmisión y letalidad. Ahora, en la desesclada, no cometamos el error - nos dicen los expertos-  de  excluirlo  como si hubiera desaparecido biológicamente, porque permanece. Está presente.  La salud pública necesita que la responsabilidad  en la toma de decisiones y  la solidaridad en los comportamientos  sean virales y activen los anticuerpos que restablezcan socialmente nuestro dañado sistema inmunológico.

Preparados para la segunda fase, sin descartar, como en la primera, que en Euskadi sea, en un principio, algo más restrictiva que en el resto del Estado. Prudencia, según unos, excesivo conservadurismo y restricción de libertades para otros. Un dilema que nos acompaña en el tránsito al oxímoron de la nueva normalidad.