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Crónica de Araba
Esther Koplowitz y R. del Pino rivalizan por la contrata de limpieza en Vitoria
JB
Los grupos de Ferrovial,presidido por Rafael del Pino, y de FCC, con Esther Koplowitz a la cabeza, aspiran a hacerse con la contrata de limpieza para los próximos cinco año en la capital alavesa.
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La capital alavesa estrenará nueva contrata de limpieza el próximo año.
3:57 min
A la carrera de consecuencias geopolíticas que libran las farmacéuticas en busca de la vacuna que erradique la Covid -19 de nuestras vidas se le ha sumado esta semana otra de ámbito local. Dos firmas de proyección internacional, FCC y Ferrovial, compiten por hacerse con la contrata de limpieza en Vitoria.
Estamos hablando de la adjudicación más importante del Ayuntamiento de capital alavesa, ya que supera los cien millones de euros para los próximos cuatro años, más uno de prórroga, (27 millones por año); la contrata de mayor envergadura y la que más quebraderos de cabeza ha ocasionado al gobierno municipal de Gorka Urtaran.
Ferrovial, a través de su filial Cespa en unión con la firma local Onaindia, le ha cogido la delantera a FCC en la recta final de un apretado sprint, tanto en el apartado técnico como en el económico. Habrá que esperar todavía un par de semanas para conocer la propuesta definitiva que la mesa de contratación elevará al Ayuntamiento, aunque FCC ya ha anunciado su recurso si no se ve ganadora en la foto-finish. Los recursos no paralizarán el largo y convulso proceso de la renovación de la contrata de lipieza en Vitoria Gasteiz, salvo pronunciamiento administrtivo o judicial expreso.
Todo parece indicar, si no se producen cambios inesperados en las últimas puntuaciones, que Ferrovial pondrá fin el próximo mes de Enero a 14 años de FCC en Vitoria. El grupo de Esther Koplowitz inició su andadura en la capital alavesa en 2006, con el alcalde del Partido Popular, Alfonso Alonso, y volvió a hacerse con el concurso en la recta final de la legislatura de Javier Maroto. La acumulación de sanciones por el incumplimientos del pliego de condiciones, las grandes diferencias en la revisión de precios y una profunda conflictividad laboral crearon una situación crítica que repercutió en la prestación del servicio y obligó a la resolución del contrato. No dejaría de ser paradójico que, después de esta tormentosa relación, FCC se hiciera con las riendas de la recogida de residuos y limpieza diaria de la capital alavesa.
El debate sobre la municipalización del servicio, del que son firmes partidarios Eh-Bildu y Podemos, queda aparcado por el momento, lo que no impedirá que la nueva contrata vaya a estar bajo una estrecha vigilancia. El Partido Socialista es el que ha inclinado la balanza en favor de este modelo, junto con su socio de gobierno municpal, el Partido Nacionalista Vasco, aunque matizando que lo hace a modo de prueba, lo que deja la puerta abierta a reconsiderar la municipalziación si la nueva contrata no garantiza una adecuada prestación que responda a las necesidades de la capital alavesa.
Hoy sábado entra vigor el decreto que mantiene el toque de queda y el cierre de hostelería junto con las restricciones ya conocidas de movilidad y socialización hasta el próximo diez de diciembre. La pandemia parece haberse estabilizado. Las restricciones adoptadas están dando resultados. Estamos mejor, comparativamente hablando, que hace quince días, pero no estamos bien. La transmisión sigue siendo elevada y hemos alcanzado la cifra más alta de muertos en una semana desde el pasado mes de Agosto, inicio de la segunda ola. Son datos tan estremecedores como insostenibles socialmente, además de inasumibles desde el punto de vista sanitario. Nos esperan unas navidades atípicas. El desafío contra el virus permanece vigente y nos exige un esfuerzo personal y compromiso social.
Paralelamente, ya que hablamos de cambios de hábitos, durante los próximos quince días podemos enriquecer los linguisticos en una nueva edición del Euskaraldia, implicándonos ya sea como ahobizi, hablantes, o belarri-prest, dispuestos a escuchar y comprender, en el uso de nuestra lengua. 147.000 personas, instituciones y organismos se suman a esta iniciativa.
Edozein keinuk, txikia izanda ere, balio duelako. Como en muchas facetas de la vida, a veces el valor un pequeño gesto tiene una dimensión mucho mayor qu el esfuerzo que exige.