déjate llevar
Crónica de Araba
Creciente estado de preocupación y primeras oleadas de malestar social
Un creciente estado de preocupación define la situación actual.La crisis no está sólo en Ucrania, ya la tenemos aquí, enfatiza el Diputado General, Ramiro González. La guerra, además de su tragedia humana en el centro neurálgico del conflicto, provocará -subraya- una crisis importante.
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La huelga del transporte a su paso por Vitoria Gasteiz en las primeras oleadas del malestar social.
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El paso, sin solución de continuidad, de la emergencia sanitaria a la emergencia energética se estaba dando antes de que estallara el conflicto bélico. La invasión rusa, como antes lo hizo la pandemia con otros indicadores, ha acelerado los procesos. El encarecimiento de la factura eléctrica, el precio desorbitado de los combustibles, la crisis en la cadena de suministros y la reciente huelga de transportistas parecen ir dibujando las isobaras de una tormenta perfecta. No hay problemas de abastecimiento a día de hoy, pero es patente la inquietud ante la posibilidad de que la situación se prolongue. Desde el Gobierno Vasco y Diputaciones se apremia al Gobierno Español a que se siente a negociar y sea sensible a las reclamaciones de los transportistas. Un sector estratégico para la economía y en ocasiones, ta y como se desprende de las declaraciones de miembos del ejecutivo central, ciertamente enigmático en la motivación u oportunidad de sus movilizaciones.
Los datos, en cualquier caso, son contundentes. La electricidad es hoy un 80 por ciento más cara que hace un año. Las gasolinas un 52%. El gas butano, un 33%. El aceite de oliva, un 30% y el gas natural un 12%, a pesar de haber reducido el incremento de las tarifas en sectores especialmente vulnerables como la pequeña y edia empresa y hogares. La inflación, el ladrón más sutil y eficiente que diría el ingeniero y escritor colombiano, Jorge González Moore, alcanza el 7,6%; la cota más alta en los últimos 36 años. Un impuesto sin legislación, según Milton Friedman, por el que, tal y como puntualizara John Maynard Keynes, los gobiernos pueden confiscar -secreta y disimuladamente- una parte importante de la riqueza de sus ciudadanos, pero conduce al empobrecimiento de la mayoría y al enriquecimiento de algunos.
Las repercusiones en Alava afectan tanto al sector industrial como al sector primario y economía doméstica. El jefe del ejecutivo foral alavés propone un pacto de rentas para que el encarecimiento de la producción no recaiga únicamente en agricultores y ganaderos y que se reparta entre grandes distribuidoras y clientes. Asume la necesidad de que Europa adapte la Política Agraria Común a la realidad del momento actual y permita cultivar terrenos en barbecho con productos que ahora escasean. Toda esta problemática planeará hoy en la asamblea anual que UAGA celebra en Estíbaliz. Mañana el sindicato agrario se suma a la protesta convocada en Madrid.
El Gobierno Español busca aliados en Europa para cambiar el sistema de fijación de precios y desvincular el gas de la factura eléctrica. Al mismo tiempo, sin especificar cuánto ni cómo, anuncia que bajará la luz, el gas y la gasolina en un decreto que tiene previsto aprobar el 29 de marzo, aunque no haya consenso en la Unión Europea. Nadie discute la necesidad de las iniciativas, aunque se reprocha el retraso. Cada día que pasa la espiral inflacionista agrava la situación y crece el malestar.
Ramiro González recuerda que Alava se juega mucho en cuestión energética y medioambiental. Reitera la necesidad de producir nuestra propia energía y pide altura de miras a los partidos políticos, sin buscar rentabilidad electoral en este aspecto. Se muestra firme partidario de agilizar los proyectos de renovables, asegurando que sólo se instalarán donde legalmente sea factible, respetando la normativa medioambiental. Alava cuenta con los parques de Elguea y Badaia y tiene en proyecto otros ocho en diferentes estados tramitación. Los retos están definidos. Llega el tiempo de alcanzar consensos y diferenciar lo urgente de lo importante.
Vivimos tiempos en los que la única certeza es la incertidumbre. El Deportivo Alavés, en el ámbito deportivo, es un fiel exponente. Los de Mendilibar reciben dentro de unas horas en Mendizorrotza al Granada en un partido que puede definir el futuro de los albiazules. Una de esas jornadas que se disputan bajo el aroma del ser o no ser con la necesidad de sumar tres puntos vitales para aspira al mantenimiento de la categoría.
