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Lur Bizia

CONSEJOS

Otoño, buena época para iniciarse en el mundo de la horticultura en el balcón

Los cultivos en esta estación del año sufren menos ataques de plagas, por las bajas temperaturas, y hay que estar menos pendiente de los riegos por lo que facilita estos primeros pinitos agrícolas

  • La limitación del espacio es el gran reto de agricultor urbanita.

    La limitación del espacio es el gran reto de agricultor urbanita.

    18:52 min
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Otoño es una buena época para que los principiantes en el mundo hortícola y que se quieran iniciar comiencen a probar con un huerto en balcón porque los cultivos en esta época sufren menos ataques de plagas por las bajas temperaturas y tienen que estar menos pendiente del riego. En el caso de optar por cultivar aromáticas asociadas a este formato de huerto han de recordar que hay muchas que no soportan las frías temperaturas y las heladas del invierno. Lo más aconsejable es mantenerlas a una temperatura entre unos 13º y 24ºC y siempre lejos de las fuentes de calor, como la calefacción o el fogón.

Factores a tener en cuenta para un cultivo satisfactorio en el balcón:

La limitación del desarrollo de las raíces al tener menor espacio para desarrollarse del que disponen en el suelo. Las raíces, al tocar el fondo de la mesa empezaran a crecer en espiral y si no se trabaja bien el cultivo, se producirá una asfixia radicular.

Para el cultivo de hortalizas, la profundidad ideal para un buen desarrollo radicular, sería de un mínimo de 30cm, así nos evitaremos el crecimiento en espiral.

No usar contenedores de metal porque en épocas de calor cocerán las raíces, los mejores son los de barro aunque el plástico por su poco peso también se acepta.

El menor crecimiento aéreo, menor número de hojas y frutos.

La planta intentará compensar su crecimiento aéreo a su crecimiento radicular. Según la profundidad del contenedor y el desarrollo natural de la planta, puede que su desarrollo quede mermado y por ello compensará su crecimiento aéreo. No aumentará por más que fertilicemos.

La menor disponibilidad de agua y nutrientes que en el suelo, por lo que habrá que estar muy pendiente de los riegos y los abonos. Si la mesa o el contenedor tienen un buen drenaje para no encharcar el sustrato y provocar una asfixia radicular, será inevitable que si regamos en exceso el agua arrastre los nutrientes y salgan junto a ella por el drenaje. Tendremos que ajustar al máximo los riegos (riego por goteo) para que esto no suceda.

Los cambios de temperatura son más bruscos en un contenedor o mesa de cultivo que en el suelo, por eso deberemos proteger las plantas con acolchados y con mini-invernaderos, según precisen.

La materia orgánica se descompone más rápidamente en una mesa de cultivo ya que esta alcanza mayor temperatura y los microorganismos trabajan más. Deberemos hacer aportes de materia orgánica y o abonos con más frecuencia.

Evitar las plantaciones densas. Cultivar demasiadas plantas en un mismo contenedor es un error bastante frecuente. Es esencial respetar el marco de plantación que exige cada cultivo, es decir, el espacio que necesita cada planta para crecer bien; solo así nos dará una buena cosecha. El exceso de densidad favorece el desarrollo de plagas y enfermedades.