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Felipe Etxebarria

Análisis

Los seis más contaminantes

Felipe Etxebarria

Felipe Etxebarria

Unos pocos países provocan la mayor contaminacion causante del cambio climático, y podrían crear entre ellos una coalición para salvar el planeta; ¿por qué no lo hacen?

Unos pocos países provocan la mayor contaminación causante del cambio climático del planeta. Podrían crear entre ellos una coalición para salvarlo; ¿por qué no lo hacen?

Las seis economías más contaminantes del planeta, China, Estados Unidos, Unión Europea, Japón, India y Rusia, emiten las dos terceras partes del CO2 de la Tierra. Un eventual acuerdo entre ellas, sobre el objetivo de reducción de emisiones, representaría un hito histórico; pero el aspecto negativo es que cada una de ellas representa a países con intereses tan contrapuestos que resulta casi imposible superar las resistencias. Entre las seis, emiten a la atmósfera  más de un billón de toneladas de dióxido de carbono al año. Solo China emite más que Estados Unidos y la Unión Europea conjuntamente.

Los siguientes siete países más contaminantes son Corea del Sur, Australia, Arabia Saudita, Canadá, Irán, Indonesia y Brasil. Representan el 10 por ciento de las emisiones del planeta. Los dos grupos, los 13 mayores contaminantes del mundo, representan las tres cuartas partes de todas las emisiones. Solo ellos podrían constituir una coalición para adoptar un plan mundial  de reducción de emisiones de CO2 y forzar al resto del mundo a seguir ese camino.

Pero las perspectivas para ello son lejanas. China, responsable de más de un cuarto de todas las emisiones, mantiene que estas no comenzarán a reducirse hasta 2030. Estados Unidos tiene un presidente que niega el cambio climático. Rusia no tiene ningún interés en combatir el cambio climático: su economía está basada en el gas y el petróleo. Una reducción mundial de la demanda de las energías fósiles pondría en peligro la base de la economía rusa. 

Sistema de derecho de emisión

Una solución sería la implantación de un sistema de derecho de emisión a nivel internacional por parte de los 13 más contaminantes. Una especie de comercio de derecho que ya existe en algunos sectores de la Unión Europea. Sería un sistema basado en un principio simple: las empresas que quisieran ahorrar en los derechos de emisiones dirigirían sus esfuerzos a invertir en tecnologías limpias.

Todo ello, combinado con un sistema de créditos a los que accederían los países con dificultades de adaptación de las nuevas tecnologías. Un sistema de costes que incentivase el uso de tecnologías limpias a nivel mundial.