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Viaje a Lombardía

Lombardía mantiene el equilibrio entre la industria, la naturaleza y la historia

EITB Media

Esta región, situada al norte de Italia, combina zonas industriales como Milán con zonas verdes, lagos y pueblos con gran encanto e historia.

  • El duomo de Milán, principal ciudad de Lombardía.

    El duomo de Milán, principal ciudad de Lombardía.

Lombardía es la región más rica, poblada y una de las más extensas de toda Italia. Su territorio va de los Alpes hasta la baja llanura padana. Su superficie es hasta tres veces mayor que la de Euskadi.

Podemos comenzar el viaje visitando alguna de las bodegas de Scanzorosciate. Lombardía es una región vinícola con infinidad de bodegas y colinas llenas de viñedos, donde cuentan con más de 150 variedades de vino con características diferentes. Una de las más conocidas a nivel internacional es el Moscato di Scanzo, que se consigue secando las uvas al sol y tiene aromas de incienso.

Seguimos camino acercándonos hasta el lago Iseo. En estas tierras cuentan con cuatro lagos impresionantes (Garda, Iseo, Maggiore y Como), en los que se fusionan naturaleza, tranquilidad, deportes acuáticos, villas espectaculares y pueblos con encanto. Suelen ser los lugares elegidos por muchos lombardos para pasar los fines de semana en familia y amigos, aunque cada vez reciben más visitas de turistas de todo el mundo.

Bérgamo es una de las ciudades más importantes de Lombardía, una ciudad muy moderna, cosmopolita y juvenil; la ciudad a la que acuden muchos estudiantes para cursar Erasmus. Un funicular une las dos partes de la misma desde hace más de 120 años. La Cittá Alta es la parte histórica, pintoresca y medieval de la ciudad. Está amurallada y adoquinada. En ella merece la pena visitar la Piazza Vecchia, que está rodeada de edificios del siglo XV y en la que podremos andar junto al reloj solar del siglo XVIII. En sus calles encontraremos también, cientos de bares y restaurantes donde parar para descansar y degustar su gastronomía.

Mientras, la Cittá Bassa es la parte baja de la ciudad, sus calles son de construcción más nueva, más anchas y modernas.  Es el lugar donde se construyen las nuevas zonas de residencia.

Saliendo de la ciudad, nos acercaremos a Magenta. En algunos de los edificios del pueblo aún son visibles las consecuencias de la Batalla de Magenta, en la Segunda Guerra de Independencia Italiana, en el año 1859. Los italianos, ayudados por las tropas napoleónicas, vencieron al ejército austríaco que quería invadir estas tierras. Se dice que se usaron 267 cañones y que la sangre de las 2.000 personas que murieron en la misma llegó al río tiñiéndolo de rojo. De ahí viene el color magenta que conocemos todos.

Moda, industria y movilidad sostenible se fusionan en la metropoli del territorio: Milán. Es la capital económica y la mayor área metropolitana de Italia, pero que está haciendo un gran esfuerzo para llegar a ser una ciudad ecológica y expandir el uso de la bicicleta en la urbe.

La Piazza del Duomo es el punto de encuentro de todos los turistas. La catedral se construyó en el siglo XV. Tiene una fachada impresionante con 3.000 esculturas, de las cuales la más conocida es la Madonina, aunque no le hace sombra a la estatua de la Ley Nueva, en la que se inspiró, años más tarde, la Estatua de la Libertad de Nueva York.

También es de obligado cumplimiento pasear por la Vía Torino, para comprar o simplemente disfrutar con los escaparates de sus muchas tiendas de moda.

Subiendo a la Torre Branca, obtendremos una de las mejores vistas de la ciudad. Es la octava estructura más alta de la misma y se levantó en 68 días con tubos de acero. Desde allí podremos obtener unas espectaculares panorámicas.

A pesar de su aspecto industrial, Milán también esconde edificios que nos retroceden en el tiempo. Un ejemplo es el Castillo Sforzesco, el castillo principal de toda la Lombardía, situado junto al parque Sempione. La familia Visconti comenzó su edificación en el siglo XIV. Hoy en día dentro se pueden visitar varios museos y pinacotecas.

Saliendo de la gran urbe, nos dirigimos hacia el Lago de Como, un lugar de tranquilidad pero con una industria textil muy fuerte. Cerca de allí, en Arcore, está la Villa San Martino, la mansión en la que Silvio Berlusconi organizaba sus fiestas sexuales.

Continuamos la carretera hasta Monza, la ciudad conocida por su circuito de coches de carreras donde se celebra el prestigioso Gran Premio de Italia de Fórmula 1.

A parte de este circuito de obligada visita para los amantes del motor, Monza cuenta con un pulmón verde precioso, un parque amurallado de 700 hectáreas  que fue creado en 1805. Paseando por este lugar, encontraremos una muy diversa flora y fauna.

Al final de este parque, se encuentra la Villa real de Monza, un palacio neoclásico que fue residencia de varias dinastías de reyes tanto del Imperio Austro-húngaro como de lo que fue el Reino de Italia.

Finalizaremos la visita a Lombardía visitando Cremona, un bello pueblo medieval que es la cuna del turrón italiano. Este dulce se come durante todo el año en estas tierras y existen muchas tiendas venden sus variedades.