La Selva Negra, la ruta más interesante y refrescante de Alemania

En "Vascos por el Mundo" mostramos la ruta más interesante y refrescante de toda Alemania, la Selva Negra. A orillas del río Neckar, rodeada de bosques y viñedos visitamos Stuttgart, muy cerca de la Selva Negra. Fueron los romanos quienes apodaron a este macizo montañoso con el nombre de Selva Negra por los espesos bosques que la pueblan. Viajamos a Tübingen, la ciudad universitaria con mucho encanto y además, la más joven de Alemania. Visitamos Friburgo, la ciudad alemana con más horas de sol y conoceremos todos los secretos de la Selva Negra. Y no podemos marcharnos sin sumergirnos en la belleza de las cascadas más altas de toda Alemania, en la localidad de Triberg, donde también se encuentran los relojes de cuco más grandes del mundo.

Oier Mees, estudiante zarauztarra en Friburgo

Está a punto de doctorarse en inteligencia artificial, pero él es totalmente auténtico. Ha sustituido el salitre de las olas de Zarautz por las dulces y cristalinas aguas del río Dreisam.

Vamos a buscarle a su trabajo y nos muestra sus robots y también un coche que conduce solo. Después, vamos al centro en bicicleta, que es el medio de transporte más usado en Friburgo. Cuando llegamos al centro paseamos por el casco viejo de Friburgo de Brisgovia. Subimos a las ruinas de Scholssberg y después de tanto subir y bajar vamos a comer jamón de la Selva Negra. Un producto con una elaboración un tanto curiosa y un toque ahumado.

Joxe González, del Botxo a Stuttgart

Joxe González abandonó su querido "botxo", Bilbao, hace nueve años. Primero, por curiosidad y luego se quedó por amor. Vive en Stuttgart que, al igual que Bilbao, es también es una ciudad rodeada de hermosas montañas. Lleva 4 años en Stuttgart y allí conoció a su mujer, Judith, con la que ha tenido a su hijo, Leonardo. Primero, con él conocemos el centro de Stuttgart, que es conocida como la ciudad del motor.

Nos presenta a su familia y su cuadrilla alemana en una barbacoa que ha organizado en Bärensee a la que suelen acudir semanalmente. Para finalizar, hacemos la compra en el mercado regional de la ciudad y nos enseña su casa Alemana.

Silvia Alonso, irundarra con nueva vida en Tübingen

Y ¿quién ha dicho que no se puede empezar de cero? Este es el primer año de Silvia viviendo en Alemania y está encantada con cómo la han recibido, eso sí, todavía está aprendiendo el idioma y nos la encontramos a la salida de sus clases de alemán. Lleva cuatro meses en Tübingen y se marchó dispuesta a empezar de cero, por ello hay que empezar por lo importante: el idioma. Conocemos la biblioteca en la que trabajaba Hermann Hesse y nos dirigimos al mercado de Tübingen que es conocido por su ambiente y sus productos.

Después, nos muestra los alrededores de la ciudad, el Castillo de Hohenzollern, un castillo de cuento que te transporta a una época medieval. Silvia trabaja en el Bar Coyote para ir practicando el idioma por lo que nos muestra su biergarten y probamos los platos más curiosos de la zona.

Víctor Herbosa, bilbaíno que llegó por recomendación

Llegó a la Selva Negra por la recomendación de un amigo y parece que la propuesta fue buena ya que lleva 5 años en Friburgo. Entrena a un equipo de basket femenino sin perder de vista su querido Bilbao Basket.

Nuestro viaje coincide con el festival de vino más importante de la ciudad y paseamos por los diferentes puestos de por allí. Cenamos en la cervecería más típica de la ciudad degustando todo tipo de platos de Friburgo.

Viajamos a Gutach, un pueblo donde se encuentran las típicas casas alemanas y una montaña rusa que pasa a través del macizo montañoso de Selva Negra. Sería imperdonable marcharse de la Selva Negra sin visitar Triberg, donde se encuentran las cascadas más altas de Alemania y los relojes de cuco más grandes del mundo. Finalizamos nuestra visita en Europa Park, uno de los parques temáticos más famosos y grandes de Europa en la localidad de Rust, un plan maravilloso para los días calurosos en familia. Vemos los toboganes de agua y demás atracciones.

Juan Rubio, de San Sebastián a Tübingen

Siempre quiso trabajar en el extranjero así que cuando le surgió la oportunidad, dejó su querida Parte Vieja donostiarra atrás y ahora vive bajo las montañas de Tübingen. Además, está a punto de casarse. Nada más llegar a Tübingen se aficionó a la escalada. Nos lleva al rocódromo al aire libre que se encuentra en la ciudad. Paseamos por el casco viejo y subimos al castillo que ahora es una universidad.

Montamos en una góndola alemana a la que también vienen sus amigos alemanes. Su futura mujer es mallorquina y nos acompañan en la góndola. Llegamos a la isla de los plataneros en los que los propios plataneros tienen más de 200 años y finalizamos la visita con una cena en el restaurante Neckamüler degustando los platos más típicos de la localidad.