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NATURALEZA

El ruiseñor común, un solista que no descansa

El maestro indiscutible de las aves canoras europeas es el protagonista en Más Que Palabras

  • Ruiseñor común

    Ruiseñor común

    4:52 min
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¿Quién ha tenido la suerte de ver un ruiseñor? Esto es debido a su naturaleza secreta y tímida, y a esa costumbre que tiene de esconderse en matorrales y arbustos espesos donde pasa desapercibido. Por eso, el ruiseñor es un ave muy difícil de observar, pero muy fácil de detectar por la impresionante variedad de silbidos, trinos y gorgoteos que muestra su canto.

Sin ir más lejos, estamos frente al maestro indiscutible de las aves canoras europeas. Su trova potente, variada y constante lo hacen perfectamente reconocible y su repetida melodía, veteada con frases ascendentes y descendentes de larga duración, la colocan a la cabeza de los pájaros cantores de la campiña.

Sus baladas, de hasta 200 estrofas, comienzan, en la mayoría de las ocasiones, con un pitido suave que paulatinamente se van incrementando en intensidad y frecuencia, para terminar, con sonoras notas silbantes de gran musicalidad. Este repertorio lo repiten entre tres y ocho ocasiones, hasta que cambian de estrofa o rematan bruscamente mediante un chasquido o gorjeo. Además, cuando se les molesta, suelen producir una llamada de advertencia parecida a la de una rana.

Gracias a su canto casi legendario, las referencias a esta ignota ave salpican nuestra cultura desde tiempos inmemorables. Su acústica ha sido descrita como uno de los sonidos más bellos de la naturaleza, habiendo inspirado canciones, cuentos de hadas, óperas, libros y una gran cantidad de poesía.  El valor estético de su melodía se ha reflejado en la literatura de múltiples países, desde Japón hasta la España y Portugal. A decir verdad, los escritores eligieron esta ave como símbolo, por su canto creativo y aparentemente espontáneo. Incluso, para algunos poetas románticos, el ruiseñor llegó a adquirir cualidades de musa, aunque luego se viera que sólo entonaban los machos.