‘Solo sí es sí’: Una nueva definición del consentimiento

ITXASO LEÓN KAREAGA - EITB MEDIA

Con la entrada en vigor en el Estado español de la conocida como ‘Ley del solo sí es sí’, se pretende dejar atrás un modelo de consentimiento negativo, para pasar a poner el foco sobre la existencia de este.

Hace un año y medio, en marzo de 2020, el Consejo de Ministros aprobaba el primer texto del anteproyecto de ley de libertad sexual, también conocida como ‘Ley del solo sí es sí’. Posteriormente, en julio de este año, el Gobierno español aprobó el proyecto, para finalmente ser admitido a trámite el pasado mes de octubre, tras rechazar la Cámara baja las enmiendas a la totalidad presentadas por PP y Vox.

Hasta hace poco, solo se consideraba que había existido violación en los casos que se producía con violencia o intimidación. Esta nueva ley aboga por regular esos delitos en base al consentimiento con una redacción "en positivo", y no "en negativo" como hasta ahora.

La nueva definición del consentimiento tiene como objetivo evitar sentencias como las emitidas en primera instancia sobre el caso de La Manada

Es decir, "solo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona" (solo sí es sí). Así, esta nueva definición del consentimiento tiene como objetivo evitar sentencias como las emitidas en primera instancia sobre el caso de La Manada.

La norma reformará el Código Penal para que el consentimiento expreso sea clave al juzgar los delitos sexuales contra las mujeres, y para borrar la distinción entre abuso y agresión sexual. Se trata de un modelo de consentimiento positivo que ha sido implantado ya en países como Suecia o Reino Unido.

Según explica José Miguel Fernández López de Uralde, abogado y Delegado de la Asociación Clara Campoamor en Euskadi, la entrada en vigor de la ley “supone un tratamiento jurídico especializado integral dentro de la violencia sexual”.

Se trata de una herramienta “unificada” para luchar contra la violencia sexual en múltiple tiempo y modo. En tiempo desde antes de su comisión (prevención, educación, formación...) hasta después (sanción de infracción, recuperación de víctimas...); y en modo porque es interdisciplinar y “abarca todas las competencias implicadas”.

Asimismo, aclara que, en la práctica, supone que “la administración ha de invertir para tener recursos específicos y especiales contra la violencia sexual”. Fernández considera que lo importante de la ley “no es solo su disposición adicional” (reforma del código penal), sino “todo el articulado previo”.

Ahora “hay que acreditar que existe ese consentimiento”, con lo que “se pasa de presunción de existencia a presunción de inexistencia”.

Cambio de foco y consentimiento

Ya existía un foco sobre el consentimiento en el Código Penal, pero “hemos cambiado su lugar”. Antes, lo importante era cómo la persona agresora había vencido ese consentimiento. Ahora, en cambio, “la luz apunta a cómo la víctima ha dado ese consentimiento”.

El abogado considera que, “jurídicamente, cambia totalmente la forma de probar la existencia o no de consentimiento, puesto que antes se presuponía que existía y había que probar su ruptura”. Ahora, por el contrario, “hay que acreditar que existe ese consentimiento”, con lo que “se pasa de presunción de existencia a presunción de inexistencia”.

Fernández ha hablado de los procesos que tiene que enfrentar la víctima en los casos no reconocidos como violación, con la carga del estigma sobre los hombros. “Las mujeres violadas sin violencia ni intimidación son consideradas de segunda categoría, más bien busconas que se lo merecían y que no estaba claro que no quisieran estar con él, seguro que confundieron al agresor”.

El Coordinador de la Asociación Clara Campoamor en Euskadi cita, a modo de ejemplo, las palabras del violador Jacques Le Gris en el largometraje El Último Duelo (2021): “claro que al principio dijo que no, pero toda dama debe negarse, aunque ya sabemos que en el fondo lo quiere”.