Macron y Xi Jinping piden una tregua olímpica en todos los conflictos durante los Juegos de París

Los presidentes de Francia y China, Emmanuel Macron y Xi Jinping, han apoyado este lunes una tregua olímpica en todos los conflictos durante los próximos Juegos de París, que también permita avanzar en la búsqueda de soluciones.

Ambos mandatarios han señalado esta postura durante una declaración conjunta a la prensa, tras una reunión en la que han discutido cuestiones internacionales globales y asuntos comerciales a nivel bilateral.

Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha pedido este lunes junto al presidente de Francia, Emmanuel Macron, que China juegue un papel para acabar la guerra en Ucrania y parar las amenazas nucleares de Rusia.

En una reunión trilateral en París con el líder chino, Xi Jinping, la presidenta comunitaria y el dirigente francés han recalcado "la necesidad de no suministrar armas letales a Rusia". Asimismo, han incidido en que "Pekín debe vigilar más el suministro de bienes de uso civil y militar, como drones, a Moscú, ante el riesgo de que este tipo de material acabe siendo empleado en la agresión contra Ucrania".

"Es necesario redoblar los esfuerzos para limitar la entrega a Rusia de productos de doble uso que puedan llegar al campo de batalla", ha apuntado Von der Leyen al concluir la cita trilateral, asegurando que esto amenaza con influir en las relaciones entre la UE y China.

Xi ha arrancado este domingo en Francia su primera visita a Europa en cinco años, un viaje en el que compartirá impresiones sobre el desarrollo económico y el rol global de su país con dirigentes europeos.

"La situación internacional necesita más que nunca el diálogo entre China y Europa... Nuestra voluntad es tener una relación equilibrada con China", ha dicho Macron al inicio de esta reunión, en declaraciones a micrófono abierto.

En ese sentido, Von der Leyen ha reclamado a Xi Jinping  "que resuelva el exceso de producción industrial que luego inunda el mercado europeo", avisando de que la Unión Europea "defenderá sus empresas y economías" y "no dudará en tomar decisiones difíciles" si persiste en esta práctica.