Cerrar

Euskera

Euskaltzaindia

Urrutia aprecia un sabor 'agridulce' en la normalización del euskera

Redacción

El presidente de Euskaltzaindia ha explicado que estamos  perdiendo terreno en el ámbito de la transmisión familiar, pero lo estamos compensando en el de la transmisión a través de la educación"

El presidente de Euskaltzaindia, Andrés Urrutia, aprecia, después de más de 30 años de proceso de normalización del euskera, un "sabor agridulce" en los resultados de la propagación de su uso en los diferentes ámbitos de la sociedad vasca.

"Hay unos ámbitos en los que se ha progresado mucho, como en los de la Educación y los medios de comunicación, y hay otros en los que parece que la cosa no ha ido tan bien", ha apuntado en declaraciones a EFE.

"Yo creo -ha indicado respecto a las cosas que no van bien en la normalización del uso del euskera-, que todos nos damos cuenta de que estamos  perdiendo terreno en el ámbito de la transmisión familiar del euskera y lo estamos ganando en el de la transmisión formal a través de la educación".

"También queda mucho que hacer en el ámbito de la administración, en el ámbito socioeconómico", ha agregado.

El presidente de Euskaltzaindia ha opinado que "el proceso lingüístico es un proceso social y las sociedades son cambiantes, y las lenguas también, por tanto  va a ser difícil que podamos dar por cerrado el proceso de normalización del euskera", más de 30 años después de iniciado.

Urrutia ha anunciado que la Academia tiene entre sus proyectos más inmediatos la elaboración de la segunda edición del Diccionario del Euskera con unos 40.000 términos ya definidos, "con lo cual estaríamos a la altura, en materia lexicográfica, de las lenguas de nuestro entorno".

Otro de sus retos es el de realizar una Historia Social del Euskera, una Antología de Textos Literarios Vascos y continuar con el Atlas Lingüístico de los dialectos del Euskera del que ya van cinco tomos y próximamente saldrá el sexto.

Ha destacado la novedad que supone, en este Atlas, la inclusión de sonidos, lo que va a hacer posible no sólo buscar la forma dialectal de un término en un determinado territorio, si no también oír pronunciarlo al propio hablante autóctono al que se le ha grabado el uso de ese término dialectal.