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TECNOLOGÍA DE CONSUMO

Qué purificador de aire comprar y modelos recomendados

Eva Rodríguez | Xataka

Las personas alérgicas, además de tomar ciertas medidas relativas a la ventilación y tomar medicación, tienen un gran aliado en la tecnología para mantenerlas a raya: los purificadores de aire. 

  • Los purificadores de aire para las personas alérgicas

    Los purificadores de aire para las personas alérgicas

    13:12 min
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Estamos en plena primavera, que además de alterar la sangre como dice el refrán, deja los niveles de polen en general por las nubes. Las personas alérgicas, además de tomar ciertas medidas relativas a la ventilación y tomar medicación, tienen un gran aliado en la tecnología para mantenerlas a raya: los purificadores de aire. 

He dicho gente alérgica porque es época, pero si tenéis trastornos respiratorios o simplemente vivís en una zona bastante contaminada, es un aparato de lo mas interesante para cuidar del aire que respiráis en casa. Hoy os cuento cómo funcionan estos aparatos, qué tecnologías utilizan y qué elementos pueden retirar del aire porque os vais a llevar sorpresas y por supuesto, también os voy a recomendar algunos que he tenido la oportunidad de probar. 

Cómo funciona un purificador de aire 

La misión de un purificador de aire es eliminar elementos presentes en el aire: polen, ácaros, polvo, humo de tabaco... en general, de contaminantes. Como consecuencia devuelve un aire más limpio y en algunos casos, con menos olores, ya que atrapan las partículas responsables de este. 

Hay varias tecnologías para purificar el aire, como por ejemplo  los precipitadores electrostáticos o el ozono, pero la más usada a nivel comercial son los filtros de alta eficiencia. Eso sí, es bastante común que un buen purificador emplee diferentes sistemas para complementar la acción de los filtros.

¿Cómo atrapan esas partículas? Bien, lo primero será hacer que el aire presente en una estancia atraviese el aparato gracias a la acción de un ventilador y allí cruzan el sistema de filtrado, donde quedan atrapadas las impurezas y otros elementos. Después, el aire vuelve a la habitación. Así que ya tenemos claro que los filtros y su capacidad de retención son la pieza clave de un purificador. 

Y hablando de filtros, hay que quedarse con una palabra: HEPA, las siglas de High Efficiency Particulate Air. Ojo con esto, porque si miramos la ficha técnica de algunos purificadores vamos a ver que pone "de tipo HEPA". ¿Qué diferencia hay entre uno y otro? Pues una importante: solo pueden denominarse HEPA a aquellos filtros que satisfacen ciertos estándares de forma verificada por un laboratorio independiente, más concretamente deben atrapar todas las partículas iguales o superiores a 0.3 micras de diámetro con el 99.97 % de efectividad. 

Los de tipo HEPA suelen ser más asequibles pero también menos eficientes, que o bien no satisfacen los estándares HEPA o no han sido testados en laboratorios independientes. No es que sean malos y de hecho limpian el aire, pero si verdaderamente tenemos interés en lograr un aire más limpio, mejor apostar por un HEPA. 

Como dato, el estándar europeo EN 1822-1:2009 define varias clases de filtros HEPA en función de su grado de retención. Así, los de tipo E12 retienen más del 99,5%, los de tipo E13 más del 99,95% y los E14 más del 99,995%. Después están los de tipo U, todavía más exigentes. 

El tamaño del área a purificar 

El siguiente aspecto a valorar es conocer los metros cúbicos de la estancia cuyo aire vamos a purificar. Y es que como sucede con los aires acondicionados, no es lo mismo operar en una habitación de 10 metros cuadrados que acondicionar una sala de 50 metros cúbicos. 

Para dimensionar la habitación simplemente calcularemos su volumen. Esto es: su superficie multiplicado por la altura. Los purificadores de aire ofrecen en sus especificaciones este dato o bien una aproximación a la superficie a purificar. Es importante conocer este dato para poder dimensionar nuestras necesidades de purificación, de modo que no nos quedemos cortos, lo que repercutirá en tener el purificador trabajando de más o invirtamos más de lo necesario en un purificador sobredimensionado. 

Más parámetros:

-    La potencia. De la mano de las necesidades de purificación se encuentra la potencia necesaria para llevarla a cabo en el tiempo que se detallan en las especificaciones. En general, cuantos más metros cúbicos tengamos que cubrir, más potencia requeriremos. Esta potencia suele darse en función del caudal de aire depurado por unidad de tiempo. En caso de no contar con la potencia suficiente, el purificador de aire estaría forzado a operar durante más tiempo, algo que a la larga afectaría tanto al desempeño del aparato, como su vida útil y el consumo eléctrico.

-    Cómo se manejan y si son programables. Mientras que los modelos más básicos se controlan in situ desde el propio aparato, poniéndolos en marcha o parándolos de forma manual, los hay programables y con mando a distancia o incluso con una aplicación para manejarlo desde el móvil o con la voz. Pero hay un modo especialmente interesante: que funcionen de forma automático gracias a sensores que miden la calidad del aire y funcionan solo cuando detectan que algún parámetro o la calidad del aire en general ha descendido, ajustando el tiempo y la potencia.

-    Que dispongan de tecnologías extras que complementen la purificación de los filtros HEPA como la ionización, el carbón activo o luz ultravioleta. Así, aquellos con filtro adicional de carbón son interesantes si buscamos neutralizar olores, los ionizantes ayudan a neutralizar partículas y los UV ayudan a neutralizar las bacterias acumuladas en los filtros.

-    El mantenimiento.  La vida útil de un filtro HEPA es limitada y, aunque el fabricante suele proporcionar un periodo de tiempo aproximado para cambiarlo, existen modelos que van notificando cómo es el deterioro de esta pieza clave.

-    El ruido. Lo he dejado para el final pero es un tema que tiene su importancia, en tanto en cuanto va a estar funcionando a menudo en estancias donde quizás estemos trabajando, viendo la TV o incluso durmiendo. Aquí conviene echar un ojo a la ficha técnica y tener un par de orientaciones: lo ideal para dormir es que sea inferior a 30dB y que el ruido generado por una nevera en buen funcionamiento oscila entre los 30 y 50 dB. Aquí lo ideal es que disponga de un modo silencioso o nocturno. 

Ya tenemos todo, ahora toca hablar de cinco candidatos para todos los bolsillos y afecciones 

Taurus AP2040 

Si alguien quiere algo fácil de usar pero de calidad y relativamente asequible, esta es mi recomendación. Tiene un diseño bastante sencillito y lo podéis encontrar rondando los 200 euros. 

Lo más interesante es que tiene un sistema de triple filtrado, más concretamente un Prefiltro, un filtro E12 y un filtro de carbón activo. No es HEPA, pero puede hacer un buen apaño para mejorar la calidad del aire, ya que está diseñado para  el polvo, pelos, caspa, bacterias, alérgenos, humos y olores. En cuanto al tamaño máximo, sirve para estancias de hasta 75 metros cuadrados y tiene una tasa de renovación de aire limpio (CADR) de hasta 330m3/h. No tiene conectividad, pero funciona de forma automática con un sensor si lo configuramos. 

Xiaomi Smart Air Purifier 4 Pro 

Empezamos con un modelo espectacular en calidad precio y de lo más completo. Teniendo en cuenta sus prestaciones y que es un modelo inteligente y conectado, a mi me parece un chollo a 199 euros, pero tiene truco: ya lleva un tiempo en el mercado y está rebajado. 

Para que os hagáis a la idea, tiene un diseño como de paragüero o el clásico cenicero vertical, es totalmente blanco y tiene un panel OLED donde puede verse la información y controlarlo manualmente. En pocas palabras, muchas potencia para un tamaño bastante apañado. 

Este purificador está diseñado para trabajar en áreas desde 35 hasta 60 metros cuadrados, es decir, que vale para una habitación grande o un apartamento. Para limpiar el aire combina un filtro HEPA cilíndrico de 360° capaz de filtrar hasta el 99,97 % de las partículas de 0,3 µm y  cuenta con una columna de carbono activo para quitar malos olores. 

Algunos detalles interesantes: tiene un nivel de ruido máximo de 33.7 dB, por lo que es bastante silencioso, si lo pones a máxima potencia es capaz de purificar en 15 minutos una sala de estar de unos 40 m², se maneja desde el móvil o con Google Assistant o Alexa y avisa cada cuanto sustituir el filtro, que será cada 6 meses o un año. 

Haverland AIRPURE140C 

Puede que la marca no os suene mucho, pero es de lo más potente y exhaustivo del mercado. Eso sí, ya os adelanto que tiene un diseño para dejarlo en algún lugar discreto, porque recuerda bastante a una torre de ordenador. 

Entre sus cartas de presentación, es capaz de trabajar en áreas de hasta 140 metros cuadrados, por lo que sirve para toda la casa, y tiene un sistema de tratamiento de aire que incluye filtros HEPA,  antibacteriano, desodorizante y hasta desinfección ultravioleta. Tiene ocho velocidades hasta alcanzar la friolera de 600 metros cúbicos/hora y si lo ponemos a tope, alcanza los 53dB. 

Otra baza: es sencillísimo de usar, tiene una pantalla donde muestra datos como la humedad, temperatura y la calidad del aire y lo bueno es que no hay que preocuparse demasiado por el control, ya que emplea inteligencia artificial para ajustar su funcionamiento a la calidad de aire detectada. 

En pocas palabras: cuesta casi 600 euros, pero es potente, para grandes áreas y es dejarlo enchufado y olvidarse, porque el solito lo ajusta todo. 

Dyson Purifier Cool Formaldehyde TP09 

Terminamos con la joya de la corona del segmento y no es para menos: 649 euros cuesta, pero ya te adelanto que es de lo más avanzado y versátil que vamos a encontrar y que además he podido probar. 

Lo primero de todo, tiene un diseño de lo más voluminoso y variopinto, por lo que llama la atención: es una especie de torre con una circunferencia en la zona superior, como lo que usan los txikis para hacer pompas, pero en tamaño XXL. Y no solo purifica, sino que también sirve para calentar y enfriar el aire, algo que no viene nada mal para ahorrarnos la calefacción o el aire acondicionado. 

Este purificador tiene un filtro HEPA de gran calidad, otro carbón activo y otro más de formaldehído, por lo que no solo es ideal para alergias, bacterias, polen, ácaros olores o tabaco, sino también para eliminar ese compuesto orgánico volátil presente habitualmente en muebles de madera, materiales aislantes y otros elementos bastante comunes en los hogares. 

Funciona de forma automatizada, tiene una aplicación para controlarlo desde el móvil y ver gráficos de la evolución, un modo de máxima potencia de hasta 350 m³/h que alcanza los 60dB, por lo que, aunque es ruidoso, en menos de 15 minutos te deja el salón limpio y sirve para estancias de hasta 50 metros cuadrados.