Cerrar

La mecánica del caracol

Historia

Crimen y castigo a lo largo de la historia

E.C. | Radio Euskadi

Iñaki Bazán, director del Centro de historia del crimen de Durango, explica la evolución de ciertos delitos, algunos ya desaparecidos, y cómo se decidían castigos basados en la "pedagogía del miedo"

  • 24:35 min
imagen player
imagen player
imagen player

Iñaki Bazán es director del Centro de historia del crimen de Durango, dedicado a investigar el mundo del delito, sistema penal, castigo y orden público. En esta entrevista explica cómo surge este proyecto y algunas de sus líneas de trabajo. Los archivos judiciales y protocolos notariales son las principales fuentes de los historiadores que analizan la evolución de los crímenes a lo largo de la historia. En el caso de las actas notariales suelen hacer referencia a casos en los que se llega a un acuerdo privado entre las partes para evitar airear los detalles de los delitos, normalmente ligados a delitos contra el honor.

Precisamente los delitos contra el honor han sido el objeto de análisis del último coloquio organizado en Durango. Iñaki Bazán repasa en esta charla algunos de los aspectos relacionados con estos crímenes, ligados tradicionalmente a la sexualidad y que afectaban especialmente a las mujeres, cuya libertad de movimientos se veía muy restringida. El adulterio se convierte, así, en un delito que le cuesta la vida a la infractora, a menudo a manos de su propio marido.

Iñaki Bazán explica, por otra parte, que cada época ha estado marcada por diferentes tipos de delitos.  En siglos anteriores el adulterio o la blasfemia, por ejemplo, eran considerados delitos graves. Históricamente, sin embargo, el homicidio no ha sido considerado un delito edel mismo modo en que lo entendemos actualmente.

En cuanto a los castigos, hoy en día la cárcel es el centro de la acción punitiva. Antiguamente se buscaba venganza y escarmiento público, de ahí el castigo mediante ejecuciones públicas, que se convertían en auténticos espectáculos.Desde luego en el pasado los crímenes violentos tenían mayor incidencia. Las series históricas de delitos muestran, según Iñaki Bazán, que cuando se entra en el siglo XIX descienden los delitos de sangre y aumentan los delitos económicos.