La mecánica del caracol
Ciencia
Cómo emular la energía de las estrellas y análisis de peregrinos jacobeos
Las obras del proyecto ITER, un reactor de fusión nuclear, han llegado a su ecuador. Patxi Pérez Ramallo estudia la dieta, origen y otros aspectos de peregrinos medievales fallecidos en el camino.
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El pasado diciembre se llegó al ecuador de las obras de construcción del mayor proyecto de ciencia e ingeniería de la historia. Una coalición de países construye en el sur de Francia, a unos 70 km de Marsella, el reactor de fusión nuclear ITER. Una apuesta a largo plazo cuyo objetivo es desarrollar una fuente de energía inagotable, de bajo coste, generada en un proceso libre de las emisiones que contribuyen al cambio climático, y que pueda complementar a las energías renovables en detrimento de los combustibles fósiles. Nos da más detalles sobre el proyecto Joaquín Sánchez Sanz, Director del Laboratorio Nacional de Fusión del CIEMAT, Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas. Isabel Aramburu, responsable de ingeniería de materiales de Tecnalia, explica, por su parte, qué papel juega la corporación tecnológica vasca en este proyecto.
En el marco de las XVI jornadas de arqueología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi se celebra una charla sobre aspectos muy poco conocidos de las personas que durante la edad media realizaron peregrinaje a Santiago de Compostela, un viaje largo, extenuante y no exento de peligro. Por el camino muchos de ellos perderían la vida. Los restos de algunos de ellos, enterrados en necrópolis a lo largo del Cantábrico, son estudiados hoy en día para averiguar cuestiones que van desde su procedencia hasta su dieta. Patxi Pérez Ramallo, bioarqueólogo gallego, trabaja en una investigación inédita hasta el momento: las historias de estos peregrinos medievales. Es doctorado e investigador en el programa de análisis forense de la Universidad del País Vasco e investigador asociado del instituto Max Planck para la ciencia de la historia humana.
