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Opinión

La Columna de José Félix Azurmendi (25/04/2015)

José Félix Azurmendi | Radio Vitoria

Dentro de un mes estaremos votando. ¿Cómo ves las cosas en Euskadi? ¿Algo más que elecciones?

Dentro de un mes estaremos votando

Dentro de un mes celebraremos, porque de celebración debería tratarse, la primera consulta electoral del año. Para muchos de entre nosotros, la más interesante si no la más importante, porque se refiere a los asuntos más cercanos y menos mediatizados. Algunos la están anunciando como primarias de las que vendrán después, porque afectará a las políticas de alianzas y repercutirá en los siguientes y cercanos comicios. Nunca fueron fáciles las predicciones, pero en esta oportunidad hay al menos una en la que todos coinciden: el paisaje va a cambiar, las mayorías absolutas se van a poner más caras, las alianzas van a ser difíciles pero necesarias.

Hay nuevos agentes en juego, hay viejos agentes a los que se les pronostican importantes castigos, hay alguno que podría hasta desaparecer. Dos son las fuerzas emergentes, partidos de diseño en algún sentido, las principales responsables de este panorama anunciado. Una por la izquierda, otra por la derecha. Apelando una a que es posible, apelando la otra a los ciudadanos. Sabían los expertos de Podemos lo que decían cuando aconsejaban no darse prisa, no participar en esta primera consulta, no quemarse en ella, esperar a las generales, donde la posibilidad de que se colaran en sus candidaturas oportunistas y quintacolumnistas era más difícil. Sabían los de Ciutadans por dónde les apretaba el zapato al hacer de su debilidad santo y seña: hoy por hoy, tienen tantos candidatos como afiliados, a la espera de los ciudadanos revaliden, hagan bueno su nombre.

 

¿Cómo ves las cosas en Euskadi?

Al partido de Albert Rivera, que es la manera más sencilla de identificarlo, lo que da idea de cómo se manejan los liderazgos, de momento no se le espera entre nosotros. El partido de Pablo Iglesias cuenta aquí con algunos rostros reconocibles y también con unas cuantas defecciones por motivos laborales en algún caso, por motivos ideológicos en otros. Al partido de Rosa Díez le abandonan sus intelectuales y le abandonan los Bancos, que es peor. Se lamenta ésta de que no les facilitan créditos y que sin financiación no pueden presentar tantas candidaturas como quisieran, no pueden hacer la propaganda que quisieran, no pueden seguir con la cruzada anticorrupción. Por si alguna duda tenía alguien, las campañas son costosas y al final son los de la pasta los que dan y quitan facilidades en función de sus perspectivas de futuro.

PP y PSE-PSOE no se las prometen felices, ni aquí ni en España. El PNV y la izquierda abertzale sortearán seguramente con bien la nueva situación, cada uno de ellos en su terreno, y será luego cuando tendrán que calcular bien sus aliados  para no perjudicar futuros comicios. Ha dicho Pernando Barrena que Arnaldo Otegi se prepara para intervenir en política en la próxima primavera, desmintiendo así la posibilidad de que pudiera estar presente para las generales de fin de año, como había previsto entre otros Jesús Eguiguren. A Otegi, y de paso a sus compañeros, les quieren dentro hasta el último día.

¿Algo más que elecciones?

Sí, un tema para la reflexión, de los permanentes, de los básicos, de los que dan o quitan sentido a nuestro pueblo. Escribió Joxean Artze que un idioma no se pierde porque no lo aprenden los que no lo saben, sino porque los que lo conocen no lo hablan. Lo dijo Joxean hace cuatro décadas con buen criterio. Hoy, alguien, un catalán presente en Urepel en derredor de Korrika, ha dejado colgado otro mensaje, “Un idioma se pierde porque los que lo desconocen no lo aprenden”. Al leerlo, me he acordado de lo que dejó escrito y razonado el ilustre jesuita Gotzon Garate: el euskera difícilmente se salvará sin un Estado que lo haga suyo.