La columna de José Félix Azurmendi (03/12/2016)

Tx. Se ha puesto en marcha el nuevo tiempo para Gobierno y  Parlamento Vasco

JFA. Con más o menos entusiasmo, todos los grupos políticos representados en el Parlamento vasco que acaba de constituirse parecen estar de acuerdo en empezar a debatir cuanto antes  sobre autogobierno y convivencia. Se trata de conceptos lo suficientemente ambiguos como para permitir que el PNV y el PSE presenten conjuntamente ponencias con ese título  y para que los demás se avengan a discutirlas. El lehendakari Urkullu se ha dado de plazo los próximos cuatro años para lograr un acuerdo en el Parlamento sobre la actualización del autogobierno, y para proceder luego a una consulta “legal y pactada” con el Gobierno central.

Molestos tal vez por que la manera de proceder de Urkullu se haya puesto de modelo a los nacionalistas catalanes, incómodos por que se les proponga la vía reformista vasca frente a la rupturista emprendida por ellos, han recordado estos días que esos pasos de legalidad y bilateralidad ya los dieron ellos hace diez años, con el resultado conocido del “cepillado” de Alfonso Guerra y de la fulminación constitucional. No ven los teóricos del nacionalismo catalán nada nuevo tampoco en que los socialistas vascos acepten hablar de nación vasca, les parece que se trata en su boca de retórica declarativa que no lleva aparejada  contenido jurídico alguno. Recuerdan los nacionalistas catalanes que hace diez años eran muchos menos que hoy los que se tenían y declaraban  independentistas en su país. Que ha sido la imposibilidad de pactar legalmente con Madrid la que les ha abocado  a la vía rupturista.

Dice el PP por boca de Borja Semper que no son éstos temas prioritarios, que de actualizar el autogobierno se viene hablando desde hace años y hasta décadas, y que la de Convivencia es una ponencia que les preocupa, porque podría encerrar una cierta legitimación de la teoría de conflicto. Dice EH Bildu que se debe considerar en la Ponencia  la respuesta  a dar si el Gobierno y las instituciones centrales responden a la catalana. Recuerda EH Bildu que hay urgencias en la convivencia que no deben esperar cuatro años.

Tx. Sugieres y anuncias dificultades

JFA. Por mucho que se apele a las virtudes de la transversalidad y al pacto entre diferentes, no va a ser fácil que partidos políticos con adscripciones nacionales distintas si no contradictorias se pongan de acuerdo en una resolución común. No va a ser fácil, si no imposible, que el Gobierno y las instituciones centrales acepten que sean los ciudadanos de una comunidad autónoma, por muy foral que sea, los que decidan libremente su futuro.  Sobran pruebas y antecedentes.

En dos ocasiones le invitaron a Manuel Irujo los ingleses a que aceptara la vía monárquica para resolver el problema de España y de sus pueblos: cuando parecía que don Juan estaba dispuesto y con apoyos interiores para sustituir a Franco, y cuando se avecinaba la Transición y su amigo el jefe de espías del MI5 Freddy Beith trataba de convencerle de que una solución al estilo de la Gran Bretaña era la mejor para todos. En ambas circunstancias, Manuel Irujo se opuso, por republicano y porque entendía que los españoles no eran como los británicos. Lo he recordado ahora, cuando le he oído al lehendakari mencionar al modelo Escocia de libre decisión, el único verdaderamente democrático.

Tx. Mucho Fidel y Cuba esta semana entre nosotros

JFA. Dos han sido las frases más repetidas estos días de largo duelo por Fidel Castro: “La historia me absolverá” y “Hasta la victoria siempre”. De Fidel Castro con más claridad que de nadie se puede afirmar que sería más exacto decir que la Historia, más que absolverle, le absorbió. Se puede decir que su larga trayectoria política es un modelo de adecuación a los radicales vaivenes políticos que se produjeron en ese tiempo. Primero nacionalista, luego socialista, luego comunista, siempre Fidel y sus circunstancias. “Hasta la victoria siempre” se ha dicho, cuando habría que decir para ser fiel a la cita del Che, “Hasta la victoria, siempre patria o muerte”. En ocasiones, la coma es imprescindible.

Algunos han dicho también estos días que el nacimiento de ETA estuvo influenciado por la revolución cubana, pero no se corresponde con la verdad histórica. Los fundadores de ETA bebieron de los modelos liberadores de Argelia, Túnez, Chipre y hasta Israel, y solo después, absorbidos por la Historia, ETA se miró en Cuba y el foquismo.