La columna de José Félix Azurmendi (25/11/2017)

Tx. El Congreso ha dado luz verde al nuevo Concierto y al Cupo vasco, con alguna oposición

JFA. Albert Rivera, líder de Ciudadanos y del nacionalismo español hoy, dijo en el Congreso español no estar en contra del Convenio Económico pero sí contra el cálculo del Cupo, que lo ve como un insolidario amaño político. Si hubiera dicho apaño en lugar de amaño, yo mismo le hubiera dado la razón. Porque, bajo la falsa apariencia de sinónimos, amaño contiene una connotación de trampa y engaño, y apaño no pasa de ser una especie de remiendo necesario para hacerlo durar, que es todo lo que permiten las circunstancias. El Concierto Económico fue concedido por el Estado a finales del siglo XIX como un residuo foral, cuando en el Norte el carlismo amenazaba con alebestrarse de nuevo, y como un triunfo del fuerismo transigente, que era lo más que se podía transar en aquellas circunstancias: es decir, un apaño entre las partes, a la espera de coyunturas más determinantes.

Anteayer, en Madrid, nadie perdió ni ganó alcázar alguno. Nadie dentro de diez años lo celebrará o lamentará como un hito histórico. Me pareció que el presidente del EBB sobreactuaba cuando dijo eso de que los suyos nunca, nunca van a olvidar que la izquierda abertzale hubiera usado ese acto para atacar al PNV, olvidándose del interés de los vascos, en beneficio propio se supone. Contemplado desde una perspectiva de pillos, a los jeltzales les ha podido venir bien incluso que EH Bildu pusiera reparos al Cupo: ¿se imaginan lo que hubieran dicho los nacionalistas españoles y sus altavoces mediáticos si la izquierda abertzale lo hubiera aplaudido como un triunfo del soberanismo, como un gol a España?  Ojalá acierte Andoni Ortuzar, por otra parte, cuando dice que lo del jueves fue la prueba de que los procesos políticos de bilateralidad son posibles aquí y ahora. Esa es la vía que los independentistas catalanes van a intentar de nuevo en cuanto pasen las elecciones del 155, pronto habrá ocasión por tanto de comprobar si se cumple o no su aserto.

Tx. Y del Cupo, a la negociación de los Presupuestos a tres bandas

JFA. La última noticia sobre estas negociaciones entre el PNV, el PSE y el PP es que todavía no se ha cerrado el acuerdo para la reforma fiscal y los Presupuestos, pero que se han conseguido avances en un marco de cordialidad y colaboración. Nadie debía esperar que esto fuera cosa de un par de reuniones, que haría feo, pero menos debe esperarse que no haya acuerdo, una vez que el consejero de Hacienda y Economía del Gobierno Vasco, Pedro Azpiazu, que un día habló de subir la presión fiscal y los salarios, haya manifestado que le parece perfecto que PNV y PSE, a requerimiento del PP del País Vasco, hayan aceptado rebajar el impuesto de sociedades al 24%, porque será bueno para las empresas y también para la recaudación y financiación de las políticas públicas. Ha dicho también que no es casualidad que se haya simultaneado esto con la aprobación de la nueva ley del Cupo. El portavoz del PNV en el Parlamento Vasco, Joseba Egibar, lo ha explicado por su parte en que era la única manera posible para aprobar los Presupuestos ante la inflexibilidad de EH Bildu y Podemos, además de que el precio pagado es bajo. Los legos en la materia asistimos a todos estos movimientos entre élites políticas con cierto escepticismo y como si fueran inevitables.

Tx. ¿Se puede decir que algo se mueve en París en relación con los presos de ETA?

JFA. El ayuntamiento de París, el mismo que hace unos años hizo por fin justicia a los republicanos españoles, vascos y catalanes que combatieron a los nazis y encabezaron la liberación de la capital, ha hecho público su apoyo al proceso de Paz en el País Vasco diseñado en Aiete bajo la dirección de Koffi Annan y ha instado, una vez ratificado el desarme efectivo de ETA, a seguir dando  los pasos en él contemplados. La declaración no es ajena a la manifestación convocada para el 9 de diciembre en la capital francesa por los Artesanos de la Paz, que se prevé multitudinaria y sin precedentes, en favor de los derechos de los presos de ETA y sus familiares. Ayer se conoció también el Informe encargado por el Gobierno Vasco al Instituto de Derechos Humanos Pedro Arrupe de la Universidad de Deusto en el que se aboga por la humanización de una política penitenciaria desde todo punto de vista injustificable.

La visualización del problema con la marcha por las calles de París debería contribuir a que unas instituciones europeas, enfrentadas también al inédito exilio de las máximas autoridades de la Generalitat de Catalunya, tomen cartas en asuntos que no pueden ser vistos ya como ajenos.