Olivia Wilde, amenazada de muerte por besar a un actor de raza negra

Olivia Wilde fue víctima de amenazas racistas. La actriz estadounidense besó al actor afroamericano Omar Epps, que interpretaba al dr. Eric Foreman, en un capítulo de la serie "House", en 2009. El porgrama "La Noche de" de ETB2, nos relatado lo sucedido, y ha remarcado los titulares más importantes de su vida.

Tras emitir ese beso, Wilde recibió amenazas de grupos racistas, que estaban totalmente en contra de las relaciones interraciales. Le llegaron emails y cartas que aseguraban que le iban a cortar los labios y que la iban a matar. Tras aquellos incidentes,  los productores tuvieron que reforzar la seguridad en el plató donde grababan la serie.

No han sido las únicas amenazas que le han llegado a Wilde, aunque no fueron tan preocupantes como las relacionadas con aquel famoso beso.  En 2013, la actriz "atacó" a Justin Bieber en Twitter, pidiéndole que se pusiera la camiseta, y que no mostrara tantas veces su rostro desnudo. Ese tuit desató la ira de las fans del cantante, que amenazaron e insultaron a la intérprete. Ella no se tomó realmente en serio todo lo que le dijeron (vieja, lesbiana,…), pero tuvo que salir al paso de las acusaciones, diciendo que fue un consejo que le hubiera dado a su hermano pequeño.

Esas son, por lo que sabemos, las únicas amenazas recibidas por Wilde, pero ha sido en más ocasiones centro de las críticas y las miradas, por amamantar en público a su hijo. Lo hace en su vida cotidiana, pero también lo ha hecho en la  portada de una revista de moda. Wilde quiso reivindicar el derecho de las mujeres a dar de mamar a sus bebés en cualquier momento y lugar, con toda naturalidad, ante las críticas de quienes todavía piensan que amamantar a la vista de todos, mostrando el pecho ante desconocidos, es vulgar y de mal gusto.

Pero la actriz también fue criticada por aquella "reivindicación", precisamente, por otras madres lactantes. Algunas mujeres pensaron que fotos como aquella son un insulto a las madres de verdad, ya que las actriz lleva puestos en la foto un vestido de 1.000 dólares y unos carísimos zapatos de tacón de Prada, y pasó por una intensa sesión de peluquería, maquillaje y manicura para la foto. Algunas mujeres se quejaron de que Olivia tiene demasiado glamour, para ir presumiendo de madre lactante.

Nunca llueve a gusto de todos.