Jesús Torquemada
Análisis
Hollande empieza la carrera hacia La Habana
Jesús Torquemada
El propio Hollande ha reconocido, en efecto, la influencia de Cuba en el continente y su papel mediador en conflictos como el de Colombia.
Después de tantos años marginando a Cuba, ahora resulta que los dirigentes europeos han empezado una carrera para ver quién es más procubano. Y, de momento, el que ha tomado la delantera es el francés François Hollande. Con la apertura económica que ha empezado la isla, siempre poco a poco y bajo el control del Partido Comunista, empieza a haber allí muchas oportunidades de negocio, y los franceses no quieren perdérselas. Por eso, Hollande ha ido el primero, adelantándose a Obama y hasta al Papa Francisco. Pero no es una oportunidad de negocio con Cuba solamente; es también una forma de mejorar las relaciones con el conjunto de América Latina.
El propio Hollande ha reconocido, en efecto, la influencia de Cuba en el continente y su papel mediador en conflictos como el de Colombia. Hollande, por otra parte, ha pedido claramente el levantamiento del embargo estadounidense a Cuba, al tiempo que ha hecho los imprescindibles llamamientos a las autoridades castristas para que sigan con la apertura. También a la Unión Europea le toca abrirse con respecto a Cuba. Hay que cambiar ya la llamada "posición común", que limita mucho las relaciones políticas y económicas con Cuba.
Seguro que, después de su viaje, Hollande defenderá ese cambio. Es una pena que los líderes europeos hayan tenido que esperar el permiso del primo de Washington para acercarse a Cuba. Porque, no lo olvidemos, solo después de que Obama anunciase la reconciliación con Raúl Castro es cuando ha empezado esta carrera hacia La Habana.
