Jesús Torquemada
Análisis
Macron convierte un problema en una solución
Jesús Torquemada
Los cuatro ministros dimisionados están vinculados a contrataciones e familiares como ayudantes, práctica permitida en Francia. Macron quiere prohibirla.
Lo que parecía un grave problema para el nuevo presidente francés, Emmanuel Macron, se ha acabado convirtiendo en una buena solución. La dimisión de golpe de cuatro ministros podía indicar que el proyecto de Macron no estaba tan asentado como parecía. Sin embargo, al final Macron ha matado varios pájaros de un tiro. Los cuatro ministros dimisionarios estaban vinculados a casos de corrupción, especialmente a las contrataciones de familiares como ayudantes. Es una práctica que no está prohibida en Francia, pero que da una mala imagen de los políticos. Precisamente, una de las primeras leyes que quiere aprobar Macron es la que va a prohibir esa práctica. Así que le viene muy bien esta crisis para dar imagen de honesto empezando la limpieza desde dentro.
Corría el riesgo, eso sí, de perder el apoyo del MoDem, el partido centrista liderado por François Bayrou, uno de los dimisionarios. Pero, después de la abrumadora mayoría absoluta conseguida por el partido de Macron en las elecciones legislativas, ya no necesitaba ese apoyo. Bayrou era un aliado, pero podía convertirse en un aliado incómodo. Macron ha sustituido a los ministros dimitidos por caras nuevas, sin experiencia política. Con lo cual, Macron da otro mensaje: no se puede hacer nueva política con políticos viejos.
