Jesús Torquemada
Análisis
El último intento por la paz en Colombia
Jesús Torquemada
El ELN, si quiere, tiene muy fácil firmar la paz. Le basta con aceptar el mismo acuerdo que firmaron las FARC, o uno parecido.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha ordenado reanudar las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional, el grupo guerrillero que sigue en activo. Tras firmar la paz con las FARC, que era la guerrilla principal, Santos aspira a firmarla con el ELN antes de acabar su mandato presidencial en agosto. Las elecciones para elegir a su sucesor serán en mayo. Precisamente, las elecciones parlamentarias del pasado domingo han sido un ensayo de las presidenciales. La derecha del expresidente Alvaro Uribe, contrario al proceso de paz, ha tenido buenos resultados. Su candidato a presidente, Iván Duque, parte a primera vista como favorito.
El ELN, si quiere, tiene muy fácil firmar la paz. Le basta con aceptar el mismo acuerdo que firmaron las FARC, o uno parecido. Gracias a ese acuerdo, las antiguas FARC, que han mantenido las mismas siglas, tendrán cinco escaños en el Senado y otros cinco en el Congreso. Esos escaños son una concesión incluida en el acuerdo de paz, porque con sus votos no habrían conseguido ninguno. Han logrado 52.000 votos en un país con 48 millones de habitantes, después de estar 50 años secuestrando, matando y diciendo que ellos representaban al pueblo. Más le vale al ELN tomar nota.
