Jesús Torquemada
Análisis
Malestar en Nicaragua
Jesús Torquemada
El proyecto sobre pensiones de Daniel Ortega ha provocado una ola de protestas. Pese al anuncio del presidente de que abandona el proyecto, las manifestaciones siguen.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que lleva casi 12 años en el cargo, se enfrenta al mayor desafío de su mandato. Su proyecto de reformar el sistema de pensiones, que en la práctica significa bajarlas, ha provocado una ola de protestas. A pesar del anuncio de Ortega de que abandona ese proyecto, las manifestaciones siguen; lo que piden ahora los manifestantes es la dimisión de Ortega. Ortega y su partido, el Frente Sandinista, ganaron las elecciones de 2016 en medio de una gran controversia. Primero, la oposición denunció que Ortega no se podía presentar, porque ya había cumplido dos mandatos, y luego denunció que hubo fraude electoral, aunque eso no fue confirmado por los observadores internacionales.
El problema es que Ortega ya no es aquel joven guerrillero que participó en el derrocamiento del dictador Somoza en 1979; ni tampoco el Frente Sandinista tiene la pureza de entonces. La corrupción se ha extendido en Nicaragua y la familia Ortega acapara demasiado poder: Rosario Murillo, la esposa de Daniel, es la vicepresidenta del país. A Ortega también le perjudica la situación de Venezuela, su principal aliado. Maduro le respalda totalmente, pero ya no puede venderle el petróleo a precios bajos como hacía hasta ahora.
