Euskadi y Aquitania crean una eurorregión para ganar fuerza en Europa

Euskadi y la región de Aquitania han firmado este lunes un convenio para constituir la Eurorregión Aquitania-Euskadi con la que pretenden "abrirse e influir más en Europa" y derribar fronteras creando un "gran espacio" de relaciones, intercambios y proyectos comunes.

En un acto celebrado en Vitoria-Gasteiz, el presidente del Consejo regional de Aquitania, Alain Rousset, y el lehendakari, Patxi López, han firmado el convenio y los estatutos por el que constituye esta nueva eurorregión, con personalidad jurídica propia, adoptando la forma de una Agrupación Europea de Cooperación Territorial (AECT).

El lehendakari ha resaltado que con este convenio se pretende "colaborar y dar respuesta a los problemas y necesidades y anhelos comunes" dentro de una visión de Europa "que no incluye seguir levantando fronteras sino que la gobernanza europea sea mucho más afectiva que lo que ha sido hasta ahora".

"Buscamos que los Estados se den cuenta de que también hay que ceder soberanía financiera y política para poder manejarse en un mundo globalizado como el actual y para conseguir que la política gobierne a la economía y no al revés", ha indicado.

En este sentido, ha insistido en que "no se trata de levantar ningún tipo de fronteras" con la constitución de esta nueva Eurorregión sino de "abrir e influir más en Europa". "Queremos tener visión global y actuar desde lo local", ha explicado.

Asimismo, ha recordado que Navarra "comparte" muchos kilómetros de frontera con Aquitania y la CAV y ha subrayado que los Estatutos firmados este lunes están "abiertos" a la integración de la comunidad foral. "Nos gustaría que fuera posible pero es una decisión que deben adoptar las instituciones navarras", ha señalado.

El lehendakari ha subrayado que con este acuerdo se pretende "potenciar" la colaboración transfronteriza en aquellos asuntos que sean de interés común como la planificación de infraestructuras, políticas sanitarias, medioambientales, administrativas, del conocimiento y culturales.

Rousset, por su parte, ha resaltado que "este acuerdo servirá para que caigan las fronteras, no para levantarlas" y se ha preguntado quién podría estar en contra de intercambios culturales, universitarios, de investigación o desarrollo rural entre pueblos y ciudadanos. "Creo que estamos realizando un acto político de sentido común", ha afirmado.