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Aniversario
Prestige: 20 años de la 'marea negra'
La pérdida de fuel del barco ennegreció la costa gallega, llevándose por delante a fauna y flora marina, aunque generando una gran ola de solidaridad como respuesta. Las salpicaduras negras llegaron incluso a la costa vasca.
Manu Giménez | eitb media
Euskaraz irakurri: Prestige: marea beltzak 20 urte
Este domingo, 13 de noviembre, se cumplen 20 años de la primera gran tragedia ecológica del siglo XXI: el vertido de petróleo del Prestige en la costa de Galicia. La fuga de 77 000 toneladas de crudo provocó la contaminación de kilómetros y kilómetros cuadrados de mar, y kilómetros de costa, ocasionando la muerte de grandes cantidades de fauna y la flora.
Sin embargo, la marea negra también trajo con ella una gran ola de solidaridad, que llevó a muchísimas personas, ataviadas con un mono blanco, a ayudar en la limpieza de la costa recogiendo el petróleo o ayudando a salvar la vida a los animales.
Ante el desastre que supuso el vertido para el ecosistema y también la industria pesquera, tuvo especial relevancia el movimiento Nunca Mais, creado como protesta por lo ocurrido y para presionar a las instituciones para que tomaran medidas para paliar sus efectos y cambiar la legislación sobre el transporte marítimo de ese material.
Especialmente crítica fue la plataforma con la gestión realizada por la Xunta de Galicia, encabezada por Manuel Fraga (PP), y el Gobierno de España, liderado por José María Aznar (PP), que tenía a Mariano Rajoy de vicepresidente.
Con el tiempo, uno de los logros del movimiento fue cambiar la ley de navegación de petroleros monocasco, equiparándola a la de otros estados como Francia, y alejando esos transportes de la costa.
El presidente de este colectivo, Xaquín "Xocas" Trepado, sin embargo, ha sostenido que a diario un centenar de buques pasan por delante de las costas gallegas sin control, de los cuales 35 son de mercancías peligrosas.
"El peligro está ahí y es una exigencia moral y cívica que se hagan públicos los datos de los buques que pasan por Galicia", ha reivindicado "Xocas" Trepado, que ha advertido de que muchos de estos barcos tienen "banderas de conveniencia", lo que dificulta investigar sobre ellos.
Entiende que esta cuestión hace que en el transporte marítimo existan "paraísos fiscales" en los que se permiten "menor regulación y control o tripulaciones poco formadas", lo que provoca un índice mayor de accidentes marítimos.
Voluntarios
Nerea Landajo y Roberto Gutiérrez son dos de los miles de voluntarios vascos que hace dos décadas, en plena catástrofe del Prestige, decidieron atender a la llamada que llegaba desde Galicia, cuyas costas estaban manchadas de fuel, para ir a quitar chapapote de manera urgente. Cuando se cumplen exactamente 20 años del accidente del petrolero, de su posterior hundimiento y de la histórica marea negra que siguió a aquellos sucesos, eitb.eus ha estado con ellos, para hablar en profundidad sobre su trabajo como voluntarios, y vamos a empezar destacando lo que nos dicen al final de la conversación: "Volveríamos mañana mismo", afirman.
EITB en Galicia
La periodista de EITB Laida Basurto narró el hundimiento del Prestige y la catástrofe medioambiental posterior desde Galicia. Hemos recordado con ella cómo fueron aquellos momentos históricos.
Una tragedia en datos
- 13 de noviembre de 2002: El Prestige, monocasco fletado por la filial suiza de un grupo ruso, sufrió una vía de agua a causa de la tempestad. Un fuerte ruido seguido de una pronunciada escora hizo que las máquinas se parasen de manera automática. Transportaba 77 000 toneladas de fuel del tipo M-100, el más difícil de eliminar.
- 19 de noviembre de 2002: El buque, tras recorrer 450 kilómetros, se partió en dos y se hundió. Fue un naufragio a cámara lenta, después de seis días de maniobras para tratar de alejarlo de la costa.
- 3500 metros la proa y 3800 la popa: Profundidad a la que se encuentra el pecio, fracturado en dos.
- 90.566: Las toneladas de arena y crudo retiradas en el primer año. Miles de voluntarios colaboraron en este trabajo tan duro como ingrato.
- 400 horas: La duración del juicio, después de una década de investigación judicial. La mayor causa instruida en el Estado español por delito medioambiental se saldó inicialmente con una pena de nueve meses para el capitán Apostolos Mangouras, por desobediencia grave a la autoridad. Más tarde, el Tribunal Supremo elevó esa condena a dos años por delito contra el medio ambiente.
- 2980 kilómetros: La extensión de costa afectada, en total 1.137 arenales, según los informes presentados en la vista oral.
- 23 000 aves: Recogidas muertas, aunque las afectadas, según Greenpeace, se elevarían a 200.000.
- 1923 personas: Atendidas por dificultades respiratorias a causa de las labores de limpieza.
- 2500 millones de euros: Cantidad fijada por el Tribunal Supremo, intereses de demora y costes procesales incluidos, para las indemnizaciones a pagar a los perjudicados, véase, España, Francia, Xunta y hasta 265 particulares, cofradías, empresas y ayuntamientos.
- 1000 millones de dolares: El dinero real que el Estado aspira a percibir. Un tribunal del Reino Unido debe determinar si, como busca España, la aseguradora británica del Prestige, declarada responsable civil subsidiaria de la tragedia ecológica, tiene que indemnizar a los damnificados con la póliza del barco.