'Cruzando el límite', de Xavi Giménez

Fran (Marcel Borrás) es un adolescente rebelde que vive al límite todas las facetas de su vida. Cuando sus amigos lo traicionan, su mundo se viene abajo y la relación con su padre, Luis, se vuelve insostenible. La desesperación llevará a Luis (Adolfo Fernández) a internar su hijo en un centro de reeducación cuyos métodos son crueles e inhumanos. En el centro, dirigido con mano de hierro por Oscar (Fernando Guillén Cuervo), Fran será sometido a todo tipo de humillaciones y castigos. En el centro solo hay dos salidas: Ceder o volverse loco.

Cruzando el límite nos ofrece dos historias, dos viajes individuales: Los que emprenden un padre y un hijo para acabar reencontrándose. Es "un viaje duro y real", apunta Xavi Giménez. La película quiere ser la reconstrucción sensitiva del terror que sienten padres, hijos y profesores ante el fracaso, pero "no debería haber ningún miedo al fracaso, fracasar es no intentar las cosas", asevera Giménez.

No considera que sea una película muy cinematográfica y se explicaba en "La Noche Despierta": "No he querido hacer cine porque no soy director, he hecho la película desde el punto de vista de un director de fotografía".

Cruzando el límite es su ópera prima ¿habrá una segunda? "Depende de la reacción del público igual dirijo otra", nos decía entre risas. Entre manos tiene, de momento, "una película interesante" como director de fotografía, pero sus "millones de yuyus" le impiden decir nada hasta que no firme el contrato.