Entrevistas
REPRODUCCIÓN ASISTIDA
"Se protege más el embrión in vitro que en las primeras semanas de embarazo"
EITB Media
La coordinadora del Grupo de Ética y Buena Práctica Clínica de la Sociedad Española de Fertilidad, María Nicolás, llama a las autoridades sanitarias a tomar conciencia sobre las consecuencias de la actual sobreprotección de los embriones congelados abandonados o sin destino en centros de fertilidad.
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Las bombonas de nitrógeno líquido conservan los embriones a -179 grados
21:32 min
60005 son los embriones congelados que permanecen abandonados en diferentes centros de reproducción asistida del Estado español. Es el sorprendente dato que ha revelado un estudio del Grupo de Ética y Buena Práctica Clínica de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF).
María Nicolás, coordinadora del Grupo, aclara que "el primer destino de los embriones criopreservados es el proyecto reproductivo de la pareja progenitora". Terminado ese proceso, es la Ley de Reproducción Asistida la que determina el destino de los embriones sobrantes: "Donación a otras parejas, donación con fines reproductivos" o, en su defecto, "el cese de su conservación sin otro fin", aunque nunca antes de que finalice la vida reproductiva de la paciente, matiza Nicolás. Actualmente la edad reproductiva se fija en torno a los 50 años de edad. Otro de los destinos recogidos en la ley es la investigación, aunque en palabras de María Nicolás el proceso para materializalo es "bastante complejo". Agilizar los trámites para incentivar la investigación con embriones es, de hecho, una de las demandas realizadas por el Grupo de Ética y Buena Práctica Clínica de la SEF.
La elección por parte de las parejas de uno y otro destino no siempre es fácil. "Depende de la representación que tengan de los propios embriones, hay destinos que les van a producir ansiedad o dificultad para decidir. Los hay que consideran los embriones como 'un hijo', por lo que tomar la decisión de donarlos a otros pacientes o, incluso, a investigación les cuesta mucho trabajo".
Las clínicas están obligadas a contactar con los pacientes, al menos cada dos años, para confirmar cuál es el destino deseado para sus embriones. Solo pasarán a ser "responsabilidad del centro" cuando las parejas -o mujeres solas- estén ilocalizables. Desde el punto de vista ético, aunque "los embriones se consideren abandonados, se opta por respetar el deseo inicial de los pacientes". Lo que impera en las clínicas "es la visión gradualista del embrión: no es una persona, pero es más que un conjunto de células, por tanto merece un respecto".
