Mosomusic
25 de Abril
"Grandola Vila Morena" y otras canciones que se hicieron símbolos.
"Zamba de Mi Esperanza", "Pello Joxepe" (jerusalen de Oro), Helter Skelker...
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Jose Afonso "Zeca"
12:33 min
CANCIONES QUE SE HICIERON SIMBOLOS
Tal día como hoy, en 1974 se produjo la revolución de los claveles que trajo la democracia a Portugal sin derramar ni una gota de sangre y eso que fue liderada por el ejército. Aquel día Grandola Vila Morena, compuesta diez años antes dejó de ser una canción, para convertirse en un símbolo. Hoy, si te parece vamos a repasar algunos momentos de la historia en los que esto mismo ha ocurrido más veces. Empezamos, claro, por Portugal:
GRANDOLA VILA MORENA
Grândola, Vila Morena (Grândola, Villa Morena) es una canción compuesta por José Afonso que fue escogida por el Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA) para ser la segunda señal de la Revolución de los Claveles de Portugal. La canción hace referencia a la fraternidad entre las personas de Grândola, en el Alentejo, y había sido prohibida por el régimen salazarista como una música del partido comunista de Moscú. En la madrugada del 25 de abril de 1974 la canción fue retransmitida en la Rádio Renascença, la emisora católica portuguesa, como señal para la confirmación del inicio de la revolución. Esta canción se convirtió en un símbolo de la revolución y de la democracia en Portugal.
JORGE CAFRUNE : ZAMBA DE MI ESPERANZA.
Otra canción que trascendió a su importancia meramente musical. Su interpretación costó la vida a su intérprete, hablamos del argentino Jorge Cafrune.
En el festival de Cosquín de enero de 1978 cuando su público le pidió una canción que estaba expresamente prohibida por la autoridad: “Zamba de mi Esperanza” , Jorge Cafrune la interpretó y la presentó con estas palabras: "aunque no está en el repertorio autorizado, si mi pueblo me la pide, la voy a cantar".
Según testimonios que se consignan en el informe “Nunca Más” sobre las violaciones de los derechos humanos durante la dictadura, eso ya fue demasiado para los militares, en un campo de concentración de Córdoba ,el Teniente Coronel Carlos Enrique Villanueva opinó que “había que matarlo para prevenir a los otros”.
La madrugada del 31 de enero de 1978, cuando marchaba a caballo rumbo a Yapeyú para depositar un cofre con tierra de Bolougne Sur Mer en homenaje al general Jose de San Martín, Cafrune fue atropellado por una camioneta. Quedó demasiadas horas tirado en la cuneta, con las costillas incrustadas en los
pulmones y al día siguiente falleció.
PELLO JOXEPPE(JERUSALÉN DE ORO) ASOMBROSO PLAGIO
CONFESADO EN EL LECHO DE MUERTE
Aunque parezca increíble, la considerada como canción israelí más popular de la historia, 'YERUSHALAIM SHEL DAHAB' ('JERUSALÉN DE ORO'), que fue compuesta en 1967, apenas unas semanas antes del inicio de la Guerra de los Seis Días, es un plagio de una canción de cuna vasca escrita por el poeta euskaldun Xenpelar: Pello Joxepe.
Pocos días antes de morir, la célebre compositora Naomi Shemer, autora de varias de las canciones israelíes más populares, escribió una carta a su amigo y compositor Guil Aldema en la que admitió que plagió la nana vasca, a pesar de que en vida siempre negó con vigor ese extremo.
El cinco de Mayo de 2005 el diario israelí 'Haaretz' divulgaba la increíble noticia: la compositora había admitido por escrito el plagio. En los años sesenta escuchó la canción vasca de boca de una folklorista israelí, Nehama Hendel, y la melodía reapareció en su vida cuando se la oyó cantar en euskera a Paco Ibáñez, en un programa nocturno de la televisión israelí.
"En el invierno de 1967, cuando estaba trabajando en la escritura de JERUSALEN DE ORO, la canción debió deslizarse dentro de mí inconscientemente", escribió la compositora a su amigo Shemer y añadió que "afortunadamente, una mano invisible me dictó varios cambios en el original", de manera que añadió "ocho notas nuevas que me conceden los derechos de mi versión, aunque todo fue, como he dicho, involuntariamente".
BEATLES: HELTER SKELTER
El 10 de agosto de 1969. Cuando la policía llegó al 3301 de Waverly Lane no podía dar crédito a lo que veía: los cadáveres del empresario de la alimentación Leno LaBianca y su mujer Rosemary yacían apuñalados 60 veces. El sangriento modus operandi era similar al que, la noche anterior, había acabado con la vida de la actriz Sharon Tate, el peluquero Jay Sebring, el guionista Voytek Frykowski y la acaudalada heredera Abigail Folger.
Esta vez, sin embargo, como macabra firma, las palabras “Haelter Skelter” (sic) podían leerse escritas con la sangre de las víctimas sobre la nevera. Se iniciaba así la leyenda más maldita de la historia del pop: a nadie se le escapaba que Helter Skelter (en su ortografía correcta) era una canción de The Beatles. Mason estaba convencido de que tanto esa canción como todo el álbum blanco enviaba mensajes y el simplemente no hacía más que obedecer.